lunes, 25 de febrero de 2013

Cómo apoyar a tu pareja si está en dieta

“Mi esposo tiene principios de diabetes, su médico le ha prohibido terminantemente que consuma azúcar y ahora debe cumplir una dieta estricta. A mí me encantan las masitas y soy dulcera, pero desde hace tres meses que en casa no hay chocolate, ni pasteles y menos tortas, me cuesta un poco apoyarlo en esto”, cuenta Somara una secretaria de 30 años.

La flexibilidad y organización es un punto muy importante para apoyar a tu pareja en caso de que tenga que seguir una dieta estricta. Busca la forma de compartir una comida sana aunque tú no seas la de la patología, sugiere el doctor en Nutrición Boris Calle.

Esta situación puede ser manejada sin problemas, previa orientación médica en la que se determinen los parámetros que ambos miembros de la pareja deben cumplir. “Si la persona que debe seguir la dieta presenta mucha ansiedad, trata de ser flexible y bríndale mucho apoyo para que se controle y no incurra en alguna alteración de la dieta programada”, agrega el nutricionista.

En estos casos, la pareja suele convertirse en la fiscalizadora que hace que se cumpla la dieta cabalmente. Este rol, sin embargo, no debe ser nunca el de ogro, sino el de acompañante.

Calle agrega que si existiera un hijo en la pareja que debe seguir una dieta médica, los padres también deben apoyar esta situación dando un buen ejemplo. “El niño siempre aprende más con el ejemplo que con la palabra, así que no puedo comer comida chatarra delante de él y exigirle que coma verduras”.

Un gran porcentaje del logro en dietas es con el apoyo de la familia, por ello se debe valorar esta ayuda. “En caso de que exista rebeldía y la persona se niegue a cumplir la dieta, lo mejor es evitar que en la casa haya chocolates o alimentos hipercalóricos, para evitar tentar a quien no puede consumirlos”.

Si la persona que apoya se antoja un producto prohibido, puede comerlo en la calle o lejos de su pareja, nunca delante suyo, pues es desmotivador.

Si algo que unía a la pareja eran las salidas a comer, sorpréndelo con una cena romántica en casa con velas, música suave y lindas copas, sirviendo siempre comida que esté permitida. El arte de disfrutar de una buena comida va más allá de los ingredientes.

Mónica Bárreda Luján, licenciada en nutrición, también resalta el apoyo de la pareja para evitar que la otra persona se sienta frustrada y abandone la dieta.

“Debes servirte las mismas comidas para que te sienta involucrada, demostrando apoyo y solidaridad, tomando en cuenta que una dieta equilibrada está integrada por alimentos de todos los grupos. Tampoco olvides el tamaño de tu porción a ingerir, que debe estar acorde a tu estado nutricional, edad y momento fisiológico”.

Debes tomar en cuenta que muchas veces se trata de dietas temporales en las cuales no necesitas modificar los hábitos de toda la familia, pero en caso de presentar una enfermedad crónica, como la diabetes, forzosamente influirá de manera “positiva” a llevar una dieta equilibrada a todo el núcleo familiar y se crearán hábitos alimentarios saludables.

Por eso debes siempre acompañar a tu pareja a la consulta para enterarte de la información otorgada por el profesional y las modificaciones pertinentes al tratamiento alimentario.

Organizarse bien

Durante las compras debes elegir sólo los alimentos que se encuentran en el listado de los autorizados por el profesional. Comprarlos en la cantidad requerida para la preparación seleccionada, de esa manera no se transgredirá el tamaño de la porción indicada por el especialista.

Complemento

Si la dieta de la pareja es muy restrictiva en alimentos para ti, no dudes en complementar con algún refrigerio consumiendo aquellos que no puedes compartir con él porque le causan daño.

Muéstrate siempre complacida de la alimentación que consumen juntos.

Lo mejor será que elaboren juntos el menú, eligiendo aquellos alimentos permitidos y sin sufrir por los prohibidos. Dicen por ahí que la mejor sazón es el cariño.

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