Cuidado con el sol y la piel

El calor y la fuerza del sol empiezan a hacerse notar en la ciudad, por esto y debido a la radiación y los chaqueos venideros le damos algunos consejos para su mayor información y conocimiento. El Sol, al igual que la cama solar tiene un daño acumulable y que no siempre se ven de la noche a la mañana, por esto mismo es bueno protegerse desde joven ya que son una causa para el futuro cáncer en la piel.

Tipos de radiaciones. La luz solar se descompone al llegar a la superficie terrestre en distintos tipos de radiaciones que según su longitud de onda, se clasifican en: las radiaciones ultravioletas, las radiaciones visibles y los rayos infrarrojos.
A su vez, las radiaciones ultravioletas pueden ser UVC, UVB o UVA. Los rayos UVC tienen la longitud de onda más corta son las de mayor energía. Los rayos UVB, además del efecto calorífico (que produce el enrojecimiento o eritema de la piel cuando se expone al sol), penetran en la epidermis y estimulan a los melanocitos (las células de la piel que producen la melanina, la sustancia que da el color moreno a la piel). Los rayos UVA son los más penetrantes en la piel y son los causantes del envejecimiento de la piel y del melanoma (cáncer de piel), esto nos comentó la dermatóloga Sonia Sempértegui.

Protección de la piel. Siempre que se esté expuesto al sol debe de protegerse la piel expuesta de las radiaciones, bien mediante el uso de prendas de vestir (preferiblemente de color claro y de fibra natural) y el uso de sombreros o gorras además en las zonas de piel expuestas, mediante la utilización de cremas de protección solar.Generalmente se trata de lograr un combo de filtros protectores tanto el físico como el químico.

Filtros físicos: Son sustancias impermeables a la radiación solar, que crean una pantalla en las zonas donde se ha aplicado y refleja la luz. Impiden el paso de los tres tipos de radiaciones: rayos ultravioleta, visibles e infrarrojos. Los más utilizados son: el óxido de zinc, el dióxido de titanio y la mica.

Filtros químicos: Absorben la radiación solar ultravioleta. Algunos de los utilizados son el PABA (ácido para-amino benzoico), el ácido cinámico, el ácido sulfónico, el alcanfor, la benzofenona y el dibenzoilmetano.

Capacidad del filtro. Para cuantificar la capacidad de filtro de las cremas de protección solar, se utiliza el denominado Factor de Protección Solar: un número que mide cuántas veces más se puede estar expuesto al sol para producir el mismo enrojecimiento o eritema que si no se hubiera utilizado la crema de protección solar. Es decir, que si para que la piel no se empiece a poner roja (eritema), el primer día que tomamos el sol debemos estar 10 minutos, utilizando una crema de FPS de 5, se tardarán 50 minutos.