Ají puro, esmalte con ajo, uñas postizas, curitas e incluso hacer una apuesta funcionan muy bien cuando surge la manía de mascarse las uñas —sobre todo en niños y adolescentes— llegando en muchos casos a autoprovocarse daños en las manos. Si bien el origen suele ser psicológico, las abuelas proponen algunos trucos para combatir este mal.
Comerse las uñas puede estar relacionado con la ansiedad, la depresión o el estrés. Por eso nuestra awicha Aida aconseja utilizar un esmalte que contenga ajo. Este ingrediente fortalece las uñas, además de tener un sabor desagradable que hará que quien lo pruebe la piense dos veces antes de volver a morderse las uñas.
Si la combinación entre esmalte y ajo no funciona, toma un diente de ajo, córtalo a la mitad, y frota las uñas con él. Te sugerimos hacer esto un fin de semana.
Puedes optar por usar uñas postizas, que no son apetitosas, o poner unas curitas en los dedos durante un mes hasta que desaparezca el mal hábito. Para controlar a alguien con este problema, se puede hacer una apuesta: si durante un mes nadie ve a la persona mordiéndose las uñas, se le puede hacer un regalo especial. Caso contrario, deberá pagar una multa.
Pintadas
“Si quieres lograr tu objetivo, pinta tus uñas siempre y usa crema perfumada. El sabor te será desagradable cuando intentes comértelas y de a poco irás optando por dejarlas tranquilas”, dice Aida.
Problema
Más allá de ser un problema estético, la onicofagia (morderse las uñas) puede afectar a la salud. Si todo el tiempo se presionan los dientes se desgastan. Además, se crean microtraumatismos en los dedos que pueden alterar su anatomía en general.
Locoto
Otro truco para evitar morder tus uñas es ponerte un poco de locoto pero teniendo el cuidado de no tener ninguna herida y de no frotarte los ojos con esos dedos. Es cuestión de voluntad para lograr quitarse esa costumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario