¿Te falta energía? ¿Notas tu piel seca y sin brillo? Quizá tu organismo esté acumulando toxinas.

“Las toxinas nos llegan a través de la comida, el agua y el aire, los canales por donde llegan pesticidas, estimulantes o metales pasados, entre otras sustancias tóxicas”, explica Peter Blumenauer, profesor de yoga, quiropráctico holístico y cofundador del programa Clear the toxins.

Asimismo, el propio cuerpo también genera toxinas –los desperdicios metabólicos–, un proceso natural de la digestión y la respiración. Y, aunque nuestro organismo cuenta con una serie de mecanismos para eliminar toxinas, el exceso de azúcar, cafeína y comidas procesadas, el estrés y la falta de ejercicio, entre otros factores, ralentizan nuestra capacidad natural de eliminación. Pero, ¿cómo sabemos si estamos “intoxicadas”? La falta de energía, el agotamiento, las ojeras, la piel reseca o la acumulación de líquidos son algunos de los síntomas de que el organismo tiene un exceso de toxinas. Muchas veces la intoxicación puede ser la causa de nuestro dolor de cabeza o cansancio… La pregunta es, ¿qué alimentos nos intoxican, y cuáles son desintoxicantes?

Objetivo detox

Algunos expertos sugieren que nos desintoxiquemos una vez al año. Un programa corto y supervisado por un experto es seguro. De hecho, estudios han demostrado que es beneficioso para la salud. Y es que, al remover y eliminar toxinas, un plan detox llenará tu cuerpo de nutrientes saludables, por lo que desintoxicarte puede protegerte contra enfermedades y renovar tu habilidad natural para mantener una salud óptima. Por otro lado, ayuda a ese proceso depurador natural del organismo al darle un descanso a los órganos, estimular la eliminación de toxinas, mejorar la circulación de la sangre y recargar el cuerpo con nutrientes saludables.

“El cuerpo tiene su propio sistema natural de sanación y eliminación de toxinas, y la desintoxicación mejora este sistema”, dice Peter Bennett, director médico y co-autor de “7-Day Detox Miracle”.



1 Adiós fuentes de toxinas

• Identifica los culpables: alimentos procesados y con toxicidad. Entre los principales culpables destacamos: azúcares refinados (blanco, moreno, de caña…); endulzantes muy concentrados o refinados (mermeladas con azúcar, chocolate, sacarinas, fructosa…); pastelería; estimulantes (cafés, tés, bebidas con gas y azúcar, alcohol); aceites y grasas saturadas en exceso (nata, crema…); aditivos (colorantes, aderezos y aliños comerciales…); exceso de picantes y vinagres; leche y productos lácteos; productos animales (carnes rojas, embutidos…); horneados (pan y bollería, especialmente con harina blanca); comidas preparadas; aperitivos y platos muy salados; ahumados; alimentos enlatados.

• Consume alimentos ecológicos, preferiblemente locales y de estación.

• Para eliminar bacterias dañinas en nuestro sistema digestivo y potenciar nuestra flora, presta atención a los prebióticos. Por un lado están las fibras hidrosolubles de la fruta y verdura que nutren las bacterias “buenas” y promueven el tránsito digestivo y el equilibrio ecológico. Entre estos alimentos los expertos recomiendan nabos, rábanos, puerros, espárragos, legumbres, manzana, etc.



2 Sí a los alimentos saludables

• Consume alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales/oligoelementos (verduras, cereales integrales, frutas, semillas, frutos secos hidratados, legumbres, pescado y algas)

• Consume cereales integrales (quínoa, mijo y arroz integral).

• Opta por una variedad de leguminosas como lentejas, judías (las azukis y judías con forma de riñón son aconsejables) y verduras de raíz (zanahoria, cebolla, nabo), redondas (calabaza, col blanca y verde, coliflor) y verdes (alcachofa, apio).

• Incluye semillas como sésamo, girasol o calabaza, fuente de aceites esenciales omega 3 y vitamina E. Añádelas a tus ensaladas. Son recomendables para un buen funcionamiento de los órganos, sistema circulatorio, para el pelo y la piel.

• Las algas son claves para remineralizar y depurar, al igual que los frutos secos, en particular, nueces y almendras hidratadas.



3 Revitalizate

• La meditación o el yoga son claves para desintoxicarte. Incluso hay ciertas asanas (posturas) con esta finalidad: desintoxicar tu cuerpo. Si no practicas ni una de las dos, el ejercicio es esencial y dormir bien es parte de un programa detox.

• Incrementa alimentos que ayudan a depurar como rabanitos y nabos, setas, zanahoria, remolacha, pepino, verduras de hojas verdes como la col verde, brócoli, puerros, apio, borraja o berros. Cómelos a diario.

• Utiliza jengibre fresco, ajo y especias. Las alcachofas, endivias, espárragos e hinojo son alimentos depuradores.

• Las frutas y los zumos son importantes para depurar. Como bebidas depurativas expertos recomiendan la de zanahoria. Añádele manzana, apio y unas gotas de limón; manzana, pera o/y piña.

• Como sustituto a la leche de vaca, alta en grasas saturadas, expertos recomiendan bebidas vegetales de arroz, avena y almendra. El té verde es una bebida depuradora (remueve grasas de origen animal). Si te gustan las infusiones opta por la de menta, anís, hinojo, manzanilla y, por supuesto, bebe dos litros de agua.