El erotismo de los tatuajes

“Me gustan los tatuajes en la parte baja de la espalda o cerca a la pelvis”, dice Carlos, cuya opinión difiere totalmente de la de Marco, para quién los tatuajes no son más que marcas del pasado. Y así se dividen los polos respecto a las mujeres con tatuajes. Según un sondeo realizado por H, los hombres piensan que una mujer que muestra sus tatuajes es sensual, pero también muy atrevida, casi intimidante. En cambio una que guarda su o sus tatuajes como un delicioso secreto íntimo, es irresistible y deja espacio para espiarla y tratar de descubrir el significado de la tinta en su piel.

Pero por ejemplo, Angelina Jolie admitió su notoria adicción por los tatuajes y tiene más de una decena en cada espacio de su escultural cuerpo. Tiene el dibujo de un tigre, de 20 centímetros de ancho por 30 de alto, en la parte baja de la espalda; luego, se hizo una inscripción de cinco columnas con escritura camboyana en la parte superior de la espalda; en el estómago tiene una frase en latín: Quod me nutrit me destruit (lo que me alimenta también me destruye). Además, en el brazo izquierdo tiene un tatuaje de un dragón de la buena suerte al que acompañó la palabra “Billy”, el nombre de su ex marido, que después de su separación, fue borrada. En resumen, esa mujer está muy tatuada y ¿quién puede decir que no es sensual?. Angelina es una de las actrices más sexys y deseadas del planeta.

Lo interesante es que en la convención del tatuaje, celebrada en Nueva York hace un par de semanas, se comprobó que las mujeres han superado por primera vez a los hombres en posesión de tatuajes, con un 23 por ciento frente a un 19 por ciento, según un reciente sondeo.

SIGNIFICADOS. Los tatuajes tienen muchos significados. Aquellos que hacen alusión al amor, al erotismo y a la protección reúnen una espectacular belleza. A lo largo de la historia de la humanidad, los símbolos más frecuentes han sido los corazones, las lunas, los soles, las estrellas, los querubines y las flores, sobre todo en los tatuajes femeninos.

En este lado del mundo, los tatuajes comenzaron a ponerse “de moda”, gracias a los músicos “metaleros”, quizás de ahí viene la idea de rebeldía ligada a los tatuajes.

NO ES PARA TODOS. Según datos publicados por la revista Muy Interesante, hay personas que no deberían hacerse tatuajes, debido a que éstos pueden causarles reacciones adversas en el organismo. Los tatuajes, así como los piercings, no deberían realizarse a menores de edad y están contraindicados en diabéticos, embarazadas y en personas con algún tipo de dermatosis activa, como verrugas víricas, herpes e infecciones bacterianas, según los expertos. Tampoco resultan aconsejables para los afectados de psoriasis y líquen plano, una enfermedad que causa erupciones y picazón recurrente en la piel o en la boca. Por otro lado, si se tiene tendencia a sufrir cicatrices queloides, esto es, grandes cicatrices con aspecto abultado, las ineludibles heridas causadas por el tatuaje o el piercing pueden dejar señales que resultan poco estéticas.

Finalmente, ciertos medicamentos son incompatibles con estos adornos corporales. Éste es el caso de la isotretinoína, que se receta para el tratamiento del acné; y de los anticoagulantes, que reducen la capacidad coagulante de la sangre y, por tanto, impiden la cicatrización de las heridas provocadas por la máquina de tatuar o por la incisión del piercing. Así pues, para evitar problemas lo mejor es consultar con el médico antes de decidirse por dibujarse o perforarse el cuerpo.

CUESTIÓN DE CULTURA

Dibujo libre

- Si echamos un vistazo al pasado, en ciertas culturas triunfaba la idea de que “un cuerpo sin tatuar era un cuerpo estúpido”.

Concretamente en las Islas Marquesas guardaban un profundo significado erótico-sexual. Así, las mujeres se tatuaban los dedos de las manos y las orejas con finísimos dibujos y sobre la vulva símbolos obscenos.

En este sentido, los varones se tatuaban todo el cuerpo, la nariz, los parpados, la lengua y el cuero cabelludo.

Cosa de religión

- También lucir una piel tatuada era un potente símbolo mágico-religioso con el fin de garantizar la protección física y espiritual.

Pero cuando la muerte acechaba, a los muertos se les extraía la piel ya que se creía que al guardián del paraíso le desagradaban los tatuajes.

Para regresar al estado de pureza era necesario, presentar un cuerpo físico totalmente limpio, para poder ser enterrado en tierra sagrada y su espíritu alcanzar el paraíso.

En la cara

- Taroko, el pueblo indígena de Taiwán, tenía como costumbre hacerse tatuajes faciales al llegar a la vida adulta. Los tatuajes en el rostro eran frecuentes una vez que las jóvenes aprendían a tejer y los jóvenes a cazar.

Esta práctica tenía la raíz en unas creencias firmemente arraigadas; solamente aquellos que llevaran tatuajes faciales serían autorizados a cruzar el Puente del Arco Iris hacia el cielo después de la muerte. Sin embargo, dicha costumbre acabó cayendo en desuso.

Hasta occidente

Gracias a los exploradores de los siglos XVIII y XIX se introdujo la moda del tatuaje en Occidente. El capitán Cook describió en sus libros el proceso antiguo del tatuaje al entrar en contacto con indígenas de las Islas Marquesas y con los maoríes.