Se caracteriza por el enrojecimiento de la piel. La rosácea es una enfermedad crónica del cutis que afecta la frente, nariz, mejillas y mentón, a través de un proceso inflamatorio. Este padecimiento no es infeccioso ni contagioso.
Esta es la explicación que ofrece en la página web del IMSS el doctor Marín Hernández, especialista en dermatología del Hospital General Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El experto agrega que "aunque este mal puede presentarse a cualquier edad, la mayoría de los casos se descubren en personas mayores de 30 años y con una mayor frecuencia se diagnostica en hombres". Afecta a más de 40 millones de persona en el mundo.
Más que sonrojarse. La rosácea tiene muchos síntomas, incluyendo: enrojecimiento frecuente de la cara (sonrojarse). La mayoría del enrojecimiento se encuentra en el centro de la cara (la frente, la nariz, las mejillas, y la barbilla). También se puede tener ardor y una leve hinchazón.
Líneas rojas delgadas debajo de la piel, esta área puede estar algo hinchada, tibia y enrojecida.
El enrojecimiento constante que aparece junto con granos en la piel. A veces, estos son duros y pueden volverse dolorosos más tarde. También se tiene ojos y párpados inflamados y nariz hinchada.
Causa desconocida. Los médicos no conocen la causa exacta de la rosácea. Algunos piensan que ocurre cuando los vasos sanguíneos se expanden con demasiada facilidad, causando el sonrojo. Las personas que se ruborizan a menudo pueden estar más propensas a tener rosácea. También se cree que la predisposición a tener esta enfermedad es hereditaria.
Factores que contribuyen. Aunque no se han investigado con profundidad, algunas personas dicen que los siguientes factores pueden empeorar la rosácea: Calor (incluyendo los baños de agua caliente), ejercicio intenso, luz solar, viento, temperaturas muy frías, comidas y bebidas calientes o picantes, alcohol, menopausia y estrés, entre otros.
Actuar a tiempo. No existe una cura para la rosácea, pero se puede tratar y controlar. Por ello, Hernández recomendó que ante los primeros indicios de la enfermedad, acudir a la consulta con un profesional para ser evaluado y, tras tener el diagnóstico correcto, recibir el tratamiento indicado.
"Aunque la rosácea es un mal crónico, es posible controlarlo y mejorar su situación, cuando el paciente entienda que debe evitar todo lo que le cause enrojecimiento facial. De lo contrario, se puede provocar una fibrosis a nivel de la piel que produce otros problemas".
El tratamiento, cuando solo se presentan enrojecimiento e inflamaciones faciales, se basa en educar a los pacientes para evitar que la piel de la cara enrojezca. Si ya existen lesiones, los especialistas recurren a tratamientos como cremas antibióticos y antinflamatorios para reducir la hinchazón y ayudar a que el enrojecimiento y el tono de la piel mejoren.
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