Engordar o adelgazar depende, en gran medida, de la actitud que tengamos frente a la comida. La forma de elegir los alimentos, el tiempo que le dedique a la alimentación, la capacidad de incorporar costumbres saludables y de beneficiar a nuestro cuerpo con actividad física pueden ser determinantes para despedirse definitivamente de los kilos de más. En esta nota encontrará las claves necesarias para llegar a figura deseada.
Hábitos con efecto a largo plazo
Siéntese siempre a la mesa, especialmente cuando se trata de alimentos más calóricos. Ya que ha decidido darse un gusto es importante dedicarle el tiempo y el espacio que merece. Si come rápido, al terminar, las ganas de ingerir algo rico seguirán intactas.
Lleve los platos servidos a la mesa. Con la fuente frente a usted será más difícil controlarse.
Destine un solo lugar para comer y evite dejar alimentos cerca de la cama o los sillones.
Las sobremesas prolongadas o las tertulias familiares pueden hacerse tranquilamente sin comidas tentadoras de por medio.
Para perder 5 kilos en un año sin hacer dieta sólo deberá quitar unas 100 calorías de la alimentación diaria. Para lograrlo reemplace la medialuna del desayuno por una tostada y para ahorrar el doble cambie una porción de tarta de jamón y queso por una de pascualina.
Muchas veces se retienen líquidos que aparentan ser kilos de más. Para eliminarlos evite los alimentos que suponen un esfuerzo para el hígado, como, por ejemplo, el café y el azúcar incluido en la pastelería y las golosinas. Por el contrario, aumente el consumo de frutas, verduras, agua y realice actividad física.
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