Si quieres aclarar tu cabello de forma gradual o mantener su color en el caso de tenerlo con un tono claro, lo mejor es que lo enjuagues después del baño con agua de manzanilla. Sólo debes hacer hervir algunas flores y ramas de manzanilla, y mantenerlas en ebullición durante cinco minutos, esperar a que enfríe un poco y aplicar sobre tu pelo. Si utilizas constantemente un champú de manzanilla, también ayudarás mucho.
Una de nuestras awichas recomienda, por otro lado, poner unas cuantas gotitas de limón en el último enjuague para obtener el mismo efecto de forma natural.
Bertha, otra abuelita, asegura que la miel también es muy buena para ese fin. ¿Cómo aplicarla? Pues debes poner cuatro cucharadas grandes de miel, ocho cucharadas de agua destilada o sin minerales, (se vende en farmacias), 70 ml de vinagre de manzana o vino blanco. Mezcla la miel con el agua y deja reposar por una hora para que libere el máximo de peróxido y después aplica en tu cabello con un pincel. Deja reposar una hora cubierta con una bolsa de plástico y enjuaga con bastante agua.
Cuidados con tu pelo
Si bien la exposición al sol aclara el cabello, ten cuidado, porque si exageras, los rayos podrían resecar tu cuero cabelludo y causarte otros daños. Si prefieres una técnica más rápida, puedes usar peróxido o agua oxigenada en bajas cantidades. Cerveza blanca
Otras abuelas aseguran que si te enjuagas el pelo con cerveza y dejas reposar por 20 minutos, para luego enjuagar con bastante agua tibia, y repites el proceso por unas cuatro a seis veces, tu cabello tendrá reflejos brillantes.
Químicos
Mucha gente recurre a los polvos decolorantes. Si no se aplican correctamente, pueden hacer que se reseque el cabello y se pique. Si optas por este método, refuérzalo con constantes baños de crema.
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