jueves, 24 de julio de 2014

Fitness facial,

Existen numerosas formas de conseguir una piel luminosa y tersa: con cosmética, inyecciones, durmiendo las 8 horas reglamentarias, comiendo sano... Pero también hay una sencilla técnica que no requiere nada más que tus manos y unos minutos al día. El secreto ahora convertido en rutina de muchas mujeres. Hablamos del fitness facial.

Las expertas que realizan este workout aseguran que la piel se despierta como si se acabara de realizar un tratamiento rejuvenecedor. Este automasaje lo practican las modelos para mitigar los signos del cansancio, las ojeras, el tono apagado, las arruguitas finas y hasta las primeras muestras de flacidez.

Al margen de los efectos de belleza inmediata, se trata de una técnica DIY (Do It Yourself) al alcance de todas que reactiva los tejidos y cuyos beneficios también se notan a largo plazo. Recordemos que la piel tiene memoria y ejercitar los músculos faciales ayuda a liberar la tensión y a activar la formación de colágeno y elastina en la piel. Por tanto, con el fitness facial también se logra rejuvenecer o retrasar la flacidez cutánea, según la edad.

10 PASOS

Basado en una terapia de masajes japonesa, los beneficios de este masaje se aprecian en una sesión. Usa un aceite natural para hacerlo.

Frente. Para mejorar las líneas de expresión de la frente y el entrecejo, y reducir la hinchazón del rostro, flexiona los dedos de las dos manos, excepto el pulgar, y presiona la frente 3 veces del interior al exterior. Repite 2 veces.

Ojos. Para mejorar la circulación y favorecer la eliminación de residuos alrededor de los ojos, masajea (aplica presión) el contorno de los ojos con movimientos desde adentro hacia fuera. Haz presión en las cejas y sienes simultáneamente en los dos lados de la cara. Para hacer drenaje linfático haz un movimiento de presión desde las sienes hacia abajo, pasando al frente de las orejas.

Ojos. Usando los pulgares, presiona 4 puntos siguiendo hacia afuera la línea de las cejas. Presionamos suavemente el hueso de la nariz, justo al lado del interior de los ojos, con una presión hacia arriba. Repetir dos veces.

Boca. Para fortalecer los músculos, elevar las comisuras y aliviar las líneas finas alrededor de la boca. Primero, utilizando el área interna entre los pulgares y los índices, coloca los pulgares bajo la barbilla y junta los índices en la parte superior de la nariz creando un triángulo con las manos. Ejerce presión en el área nasogeniana dos veces. Repítelo 2 veces más. El segundo movimiento se realiza con el dedo índice y medio, ejerciendo una fuerte presión en el centro de la barbilla, presión media en las comisuras y leve bajo la nariz. Repite 2 veces.

Nariz. Para reducir la hinchazón en la nariz, pon los dedos pulgares a los lados de las fosas nasales en movimientos semicirculares. Repite 15 veces, descansa y luego 15 veces más.

Mejillas. Para eliminar la rigidez de las mejillas y la mandíbula y crear más definición en el contorno del rostro, haz un puño con las manos y usa los segundos nudillos de tus dedos. Coloca los nudillos en el área de la mandíbula y presiona en un movimiento ascendente hacia el área de la mordida. Inclina la cabeza hacia abajo y mueve los puños arriba y abajo para masajear los músculos. Desliza los puños hacia los lados y haz drenaje linfático hacia abajo, pasando por delante de las orejas. Repítelo todo 2 veces.

Línea de la mandíbula. Un movimiento que ayuda a dispersar la grasa de la línea de la mandíbula y agudiza el contorno facial. Pon el dedo índice por encima de la barbilla, y el dedo corazón por debajo de ella. Tiramos hacia arriba con fuerza hacia la parte delantera de la oreja. Lo repetimos 2 veces.

Pómulos. Esta técnica se usa para dispersar la grasa de las mejillas y levantar los pómulos. Utiliza todo el área entre le pulgar y el índice. Sostén el hueso de la mejilla, inclina la cabeza sobre tu mano y levanta el pómulo durante 3 segundos. Desliza la mano hacia las orejas sin ejercer mucha presión y haz drenaje linfático hacia el cuello. Repite el proceso 2 veces.

Recolocación muscular. Pon los pulgares bajo la barbilla y los índices entre las cejas, creando un triángulo. Después mira hacia arriba y mueve suavemente las manos hacia las orejas, haciendo drenaje linfático hacia el cuello. Repítelo 2 veces.

Final. Debes deslizar los dedos medio e índice con un movimiento ascendente desde la punta de la nariz hasta el área del entrecejo. Alterna ambas manos y repite unas 10 veces. A continuación, usa los 3 dedos medios para aplicar presión en el centro de la frente y suavemente presiona las sienes para finalizar el masaje. Concluye retirando los restos de aceite de la piel con un algodón húmedo e hidrata con tu hidratante habitual.



Yoga facial

Mariana Llobet

¿Te has puesto a pensar cuántos músculos tiene tu cara? ¡cuarenta! Cuarenta músculos que están en constante movimiento y tensión. Damos mucha importancia a la tensión que se acumula en nuestro cuello y espalda, por ejemplo; pero olvidamos la cara.

Toda la carga del estrés emocional y mental se aloja en la cara. Durante todo el día, e incluso cuando dormimos, todo lo que pasa dentro de nosotros se ve reflejado en el rostro ya sea como movimiento o tensión. Para aumentar la carga, el estrés hace que la respiración se haga más acelerada y superficial, lo que disminuye el flujo de oxígeno a nuestros músculos y órganos en general. Esto, junto con la disminución de producción de elastina y colágeno por la edad, va produciendo arrugas y marcas de expresión.

Por otro lado, un músculo que no se ejercita adecuadamente se va poniendo flácido, como va sucediendo con brazos y glúteos.

Lo mismo sucede en la cara, nos olvidamos de mantener tonificados los músculos de nuestro rostro y empiezan a caer los párpados, mejillas y papada.

El yoga facial es una técnica que reúne conceptos del yoga tradicional con movimientos gestuales. La idea es mejorar la tonicidad muscular, prevenir la flacidez y retrasar la aparición de arrugas con diferentes movimientos y masajes a la cara para que el rostro esté rejuvenecido, la piel sana y oxigenada, pero sin perder su naturalidad al hacer gestos de expresión, como suele suceder con las cirugías estéticas.

Este es un pequeño ejemplo de rutina diaria para mejorar la circulación, oxigenación y tonicidad muscular en el rostro:

1. Trata de enarcar las cejas sin llegar a arrugar la frente.

2. Sonríe exageradamente sin que se lleguen a arrugar los ojos.

3. Infla las mejillas como si estuviera tocando una trompeta y exhala el aire sonoramente.

4. Infla al máximo una mejilla y pasa el aire a la otra y así sucesivamente.

5. Junta los labios, saca “pico” y da besos al aire.

6. Relaja los labios y deja salir el aire por ellos dejando que vibren como hacen los caballos.

7. Abre la boca al máximo, saca la lengua, abre los ojos desmesuradamente y exhala desde la garganta con fuerza. Éste es muy importante para las personas que padecen de bruxismo.

8. Para la papada: manteniendo los labios cerrados, echa la cabeza hacia atrás y deglute saliva. Repite lo mismo inclinando la cabeza hacia la izquierda y después hacia el otro lado manteniendo la cabeza hacia atrás.

Repite cada ejercicio 10 veces y respira profundamente durante todo el proceso. Esta es una rutina muy sencilla y beneficiosa que puede ser incluida en nuestra rutina diaria, incluso si nos estamos duchando, acostando, cocinando, etc.

Mariana Llobet, Yoga Siromani y Yoga Acharya/

Certificada Internacional - Organización Sivananda

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