jueves, 19 de julio de 2012

jercicios para potenciar la sexualidad

Tu cuerpo no sólo necesita entrenamiento para el deporte, la cama es un escenario que también exige una buena condición física. Siguiendo estos tips alcanzarás nuevos niveles de placer y control de tu cuerpo, gracias a la energía que podrás acumular y utilizar. El sexólogo Wiston Uzín nos da algunos consejos, tanto para hombres como para mujeres, a fin de fortalecer aquellas partes débiles que mejoran sólo con una rutina de entrenamiento diario.

Ejercicios Kegel. Estos ejercicios femeninos, bautizados con el nombre del doctor que los inventó, ayudan en el control de la vejiga y aumentan la sensación de placer durante las relaciones sexuales. Para comenzar, debes tener la vejiga vacía. Luego contrae los músculos de la vagina durante tres segundos y relájalos. Repite la rutina diez veces. Después, respira y contráelos y relájalos lo más rápido que puedas 25 veces. Imagina que sujetas algo con la vagina, mantén esta posición durante tres segundos y enseguida relájate. Repite también diez veces. Finalmente, imagina que lanzas un objeto con la vagina. Mantén la posición por tres segundos y relájate. Repite 10 veces.
Endurece tu abdomen. Apoya sobre una pelota tu espalda, manteniendo los pies en el suelo con las rodillas flexionadas, pon las manos detrás de la cabeza y eleva lentamente tu tronco hasta que sientas una tensión fuerte en tus abdominales. Mantén la postura durante diez segundos y repítela.
Músculos masculinos. Los músculos puboccoccígeos rodean la próstata, que es por donde pasa el semen en la eyaculación. Si aprendes a contraerlos cuando sientes las contracciones que preceden a un orgasmo, podrás retardar la eyaculación. Para fortalecerlos, cuando vayas al baño, intenta detener y reanudar la salida de orina.
Musculatura del pene. Túmbate boca arriba, colocando una toalla humedecida en agua caliente directamente sobre el pene erecto. Después debes tratar de levantar la toalla con movimientos cortos, pero fuertes. Puedes practicar durante cinco minutos, una vez al día.
Estimular la zona genital. Utiliza el arco, una figura clásica del yoga; recuéstate boca abajo, flexiona las piernas y toma los tobillos con las manos. Luego trata de levantar al mismo tiempo el pecho y las piernas. En esta posición debes controlar la respiración para relajarte.
Trote, marcha rápida. Más allá de estos movimientos concretos, la actividad aeróbica (trote, marcha rápida, natación) también hace su aporte y mejora tu rendimiento sexual. No sólo favorece la presión arterial, fomenta el colesterol bueno y quema calorías, además de hacer maravillas con tu estado de ánimo y tu libido. Fortalece estas actividades con ejercicios de respiración.
Estómago duro y espalda derecha. Acuéstate sobre tu estómago en una colchoneta. Coloca tu peso sobre las puntas de tus pies y tus antebrazos y eleva tu cuerpo. Asegúrate de que tus hombros y espalda estén perfectamente paralelos al piso y que tu espalda no se arquee. Quédate en esta posición durante dos minutos. Tu objetivo es mantener tu estómago duro y tu espalda derecha.
Sobre tu espalda. Descansa sobre tu espalda y mantén tus piernas derechas, elévalas hasta que formen un ángulo de 90 grados con el piso. Cuidadosa y lentamente, ve bajando las piernas a su posición inicial sin dejar que toquen el piso, y repite el ejercicio. Para prevenir el dolor en la cintura y la parte baja de la espalda, mantén esa zona presionada contra la colchoneta.
Fortalece la pelvis. Es el área que requiere más ejercicio. Ponte boca abajo, con las manos cruzadas bajo la frente. Aprieta ahora los glúteos y los abdominales, contrayendo la pelvis y dejando un pequeño espacio vacío bajo el abdomen. También puedes pararte de espaldas contra una pared y contraer los músculos abdominales hasta que la región lumbar también quede pegada a la pared.
Ejercita con una pelota. Acomoda una parte pequeña de tu espalda en una pelota para ejercitarte. Coloca las manos detrás de tu cabeza y eleva tu torso lentamente hasta que sientas una tensión fuerte en tus músculos abdominales. Vuelve a tu posición inicial y repite el ejercicio. Un desafío extra: sostén una pesa de 2,5 kilos sobre tu cabeza mientras completas el movimiento.

Elasticidad

Para mejorarla, siéntate en el suelo con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies juntas. Sujeta tus pies y baja las rodillas hasta que toquen el suelo e inclina el tronco hacia adelante.

Abdomen

Fortalécelo: ponte de cuatro patas y apoya las manos y rodillas arqueando tu espalda hacia arriba.

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