jueves, 14 de mayo de 2015

El tabaco, dañino para la apariencia

El tabaco contiene diversos componentes nocivos como la nicotina, monóxido de carbono, alquitrán, entre otros. Estos elementos exponen al fumador a severos problemas de salud, pero también a efectos sobre su apariencia. En primer lugar, deterioran la piel, ya que perturban la irrigación de los tejidos y células que la constituyen. Asimismo, las uñas se vuelven amarillentas. En cuanto a los dientes, se oscurecen debido al humo inhalado. Por otro lado, el cabello se debilita y es posible padecer daños oculares, los cuales se acompañan por rojeces.

Para volver a tener un aspecto atractivo y eliminar estos rasgos antiestéticos, es necesario dejar de fumar por completo, beber agua en grandes cantidades, adoptar una alimentación sana y equilibrada, además de practicar actividades físicas regulares. En algunos casos, se debe recurrir a cuidados reparadores de estética, principalmente en las personas que han fumado en exceso durante muchos años. No dudes en utilizar parches de nicotina para abandonar progresivamente este vicio y pedir la ayuda de un profesional para lograr el destete. Asimismo, algunos centros de belleza te pueden dar consejos sobre los productos que debes utilizar para lucir nuevamente una piel, cabellera, uñas, ojos, labios y dientes resplandecientes.

El mal aliento del fumador

El cigarro deseca las mucosas bucales, lo que provoca una proliferación de las bacterias responsables del mal aliento. Asimismo, las emanaciones del tabaco son altamente desagradables. Por otro lado, los elementos contenidos en el humo incrementan los riesgos de padecer inflamación de los tejidos que sostienen los dientes.

Generalmente, los fumadores consumen pastillas o chicles a base de menta para reducir los molestosos olores que provienen de su boca, pero no suele ser suficiente. Tampoco puedes cepillarte los dientes cada vez que fumas un cigarro.

Es necesario destacar que la única solución efectiva para recuperar un aliento agradable, fresco y perfumado consiste en deshacerse de este hábito deletéreo. No olvides que fumar provoca daños en la salud y en el aspecto físico. Existen programas interesantes a los cuales puedes acudir para dejar de fumar. También debes pedir la ayuda de tu entorno, el cual te brindará la motivación necesaria para apoyarte, ya que suele padecer tabaquismo pasivo en tu presencia. Si no es suficiente, acude a tu médico para que te de algunos consejos adicionales.



Impactos en la epidermis y rostro

PIEL

El tabaco provoca un envejecimiento prematuro de las células cutáneas y problemas de irrigación en las capas dérmicas. De esta manera, la epidermis se vuelve seca, apagada y arrugada. Por otro lado, se disminuye la cantidad de estrógenos, los cuales son hormonas primordiales para mantener la flexibilidad cutánea.

Ojos

El humo del cigarro acarrea irritación en los ojos. Asimismo, los párpados suelen hincharse, por lo que la mirada pierde su brillo. Aunque te pongas compresas sobre tus ojos, los efectos nocivos del tabaco perduran. Toma en cuenta que este hábito puede causar diversos daños oculares a futuro.

Dientes

El calor del humo y los componentes tóxicos que contiene el cigarro debilita la salud bucodental. De esta manera, los dientes y las encías se oscurecen. Es esencial destacar que ningún dentífrico blanqueador permite contrarrestar este efecto. Por lo tanto, la única manera de mantener una sonrisa resplandeciente consiste en dejar de fumar.

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