jueves, 5 de marzo de 2015

Las verdades acerca del botox

El botox, también conocido como toxina botulínica, es una sustancia que es utilizada en medicina para tratar diferentes trastornos como los espasmos musculares o sudoración abundante. También permite salvar la vida de los bebés que nacen con una salivación excesiva, la cual acarrea asfixia. Sin embargo, su uso más popular consiste en atenuar la apariencia de las arrugas faciales (en las cejas, sienes y frente). Algunas personas se realizan inyecciones de botox alrededor de la boca, pero este acto es más arriesgado, ya que la toxina paraliza a los músculos. Por lo tanto, una concentración demasiada alta de este producto puede perturbar la masticación y el hablar.

Es fundamental destacar que el botox es un veneno que debe ser purificado y dosificado para no provocar daños a las personas. Por esta razón puede ser altamente nocivo. Asimismo, existen contraindicaciones en su uso. Es el caso de las mujeres embarazadas y de los pacientes que tienen trastornos musculares o neurológicos, los cuales suelen padecer complicaciones de su estado cuando reciben inyecciones de toxina botulínica. Además, esta sustancia puede provocar debilidad en los músculos, problemas de deglución, neumonía y dificultades respiratorias o de lenguaje.

Alternativas naturales

Muchas personas acuden a la cirugía estética y a la utilización del botox para atenuar sus arrugas. Sin embargo, el tratamiento a base de toxina botulínica suele costar entre 250 y 500 dólares en Bolivia. Además, es una intervención que comporta riesgos, los cuales pueden causar daños en el rostro. Por estas razones, algunos profesionales de la salud recomiendan tener paciencia y limitar el envejecimiento cutáneo facial consumiendo productos naturales ricos en antioxidantes. De esta manera, no dudes en ingerir zumos de granada, limón y tomates. También puedes aplicar mascarillas a base de huevos, avena, cítricos, chocolate, arcilla, yogur, miel, palta, plátano y pepino para frenar la aparición de los pliegues cutáneos en la cara.

Por otro lado, debes añadir ácidos grasos omega 3 a tus comidas. Éstos se encuentran preferencialmente en los pescados, mariscos, nueces y aceite de oliva. Toma en cuenta que son componentes que restauran la epidermis, la suavizan y la nutren. También previenen el envejecimiento cutáneo.

A pesar de que estas alternativas naturales requieren tiempo para rejuvenecer la piel, son opciones eficaces y económicas que no presentan riesgos para la salud.


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