Aplicar el rubor no siempre es tan sencillo como parece y puede hacer cometer errores de los cuales uno se arrepiente apenas se vea el resultado en el espejo. Conózcalos para tomarlos en cuenta. Elegir colores brillantes: cuando se intenta poner relieve en las mejillas, se suele cometer el error de usar rubores brillantes, sobre todo aquellos que son bien rojos. En lugar de ello, procura elegir un rubor que solo tenga dos tonos más parecidos a tu tono de piel. Si eres de tez clara, mejor elegir tonos melocotón o rosas suaves; quizás unos tonos más fuertes para los rostros más oscuros, pero nunca más que el labial.
Aplicación: uno de los errores más comunes a la hora de usar rubor es la saturación, es decir, aplicar demasiado. Si estás muy apurada, mejor deja el rubor para otro momento.
Usar mucho color: jamás usarlo en exceso.
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