Con la llegada del verano y el calor llega también un periodo delicado para los pies. Debido principalmente al cambio del tipo de calzado como a las nuevas condiciones climatológicas del país pueden sufrir determinados problemas. Pasamos de un calzado cerrado a uno abierto, además de prescindir de calcetines o medias que, en gran medida, protegen los pies.
Prevención y tratamiento. Es muy importante elegir un calzado adecuado: cómodo, de material transpirable y suave, amplio y con una suela amortiguadora a la par que flexible. Esto evitará de modo considerable la aparición de rozaduras y ampollas. En caso de producirse una rozadura debe desinfectarla y cubrirla con un apósito. Para la sudoración se puede optar por productos que regulan la transpiración. Existen los desodorantes (que no evitan la humedad, solo desodorizan) y los antitranspirantes que taponan en cierto grado los poros por los que sale el sudor, controlando así la humedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario