Lejos de ser opcional, el corrector es una parte indispensable del maquillaje, ya que logra como pocos productos sumar luz y restar años al rostro, así que presta atención a estos consejos para el uso del corrector de ojeras.
Lo primero es elegir un color que sea más claro que la base habitual del maquillaje, y por tanto de la piel, aunque no debe ser una diferencia demasiado contrastante.
El corrector se difumina con brocha o esponja, a pequeños toques o golpecitos. Es la manera de que el acabado sea natural. No hay que apretar al aplicarlo, sino más bien hay que hacer que se impregne en la piel a base de pequeños golpecitos.
El exceso marcará pliegues y queda artificial, así que comienza aplicando poquísima cantidad y si necesitas aplica un poco más. Las zonas a aplicar son la parte interna de los ojos, las comisuras de los labios y los surcos de la nariz.
Si utilizas el correcto adecuado podrás ocultar bolsas, manchas, irritación, enrojecimiento y ojeras para lucir una piel perfecta.
También tapa granos y pequeñas venas, se puede mezclar con un poquito de crema hidratante si hay zonas de piel seca.
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