No paran las denuncias de pacientes afectados por presunta mala praxis en cirugías estéticas. En los primeros seis meses de este año cinco casos han sido denunciados a través de los medios de comunicación o en el Ministerio Público. Las últimas dos denuncias fueron hechas por mujeres que acudieron a centros de estética distintos para mejorar sus glúteos y mamas, y que luego de la intervención presentaron problemas de salud.
Arnaldo Áñez, abogado de una de las pacientes afectadas, explicó que la mujer sufre de calambres y que a pesar de haber sido intervenida quirúrgicamente por otros especialistas para extraerle el líquido que le introdujeron en los glúteos, no ha sido posible su recuperación. “Tiene una enfermedad denominada atrogenosis, provocada por la aplicación de biopolímeros en el cuerpo. Esta enfermedad puede empezar a afectar después de las 10 horas de haberse inyectado el líquido o hasta dentro de los 25 años”, explicó el legalista.
Agregó que si bien el Código Penal no legisla este tipo de delitos provocados por la introducción de sustancias peligrosas, se ha interpuesto la denuncia para que se pueda establecer los posibles culpables apelando a las lesiones e impedimento que tiene su cliente. “El Ministerio de Salud y el Servicio Departamental de Salud (Sedes) brillan por su ausencia, ya que esto afecta a la salud pública y no es un tema cualquiera”, criticó el abogado.
Miguel García, gerente de la Unidad de gestión de calidad del Sedes, dijo que si bien estos casos no fueron denunciados en esa repartición, la institución actúa de oficio en la mayoría de ellos y agregó que se está fiscalizando e inspeccionando todas las clínicas y, las que no cumplen con las condiciones y normas de salud, son sancionadas y clausuradas.
Con relación a la clínica donde se hizo el tratamiento a una paciente que quería mejorar sus glúteos, indicó que este centro cuenta con autorización de funcionamiento y con profesionales médicos acreditados en el campo de la cirugía plástica, reconstructiva y estética. “Cumplió con los requisitos y por eso se le dio autorización, ahora hay que renovar la resolución administrativa de funcionamiento, aunque creo que se trasladará a una nueva infraestructura”, acotó García.
En el caso de la clínica San Pablo, otro centro en investigación, informó de que esta fue clausurada en marzo, y a pesar de ello el médico del centro siguió operando. Esto se conoció después de que una mujer, que se sometió a un aumento de mamas, presentó infección en los senos.
Según García, el responsable de la clínica San Pablo es médico cirujano general, con matrícula profesional, además cuenta con una especialidad en cirugía plástica en Brasil, pero este título no ha sido homologado en el país.
Ante este panorama se ha determinado hacer firmar un acta de compromiso a los médicos propietarios o representantes de los centros médicos privados donde se establece específicamente qué pueden hacer.
Otro aspecto que advierte el funcionario del Sedes es la compra y venta de servicios, como uso de quirófano o internación que, por un lado el profesional médico que alquila las instalaciones debe verificar si esta funciona legalmente y si tiene o no las condiciones, y por el otro lado, el propietario de la clínica, si el médico ejerce legalmente la profesión.
Entre los cinco casos, también está el de una joven de 19 años, que a inicios de año acudió a un centro de estética buscando el aumento de sus glúteos, pero acabó con fuertes dolores y enrojecimiento en la parte intervenida que la mantenían postrada en cama.
La mujer afectada dijo a un canal de televisión que por el fallido aumento de sus glúteos pagó $us 800 y la operación para corregir el problema cuesta unos $us 4.000.
Estos casos están provocando malestar y preocupación a la Sociedad Cruceña de Cirujanos Plásticos. En mayo se pronunció y exhortó al Sedes a ser más riguroso con el control y fiscalización no solo de las clínicas, sino también de los establecimientos de belleza, centros de estéticas y spa, pues sin tener especialidad en cirugía plástica hacen intervenciones.
Datos ofrecidos por algunos especialistas señalan que de todos los pacientes que al mes atienden los médicos inscritos en la Sociedad de Cirugía Plástica, entre el 30 y el 40% sufrió una mala intervención. Los casos más comunes son cirugías de busto, nariz y glúteos.
Para saber
Establecimientos. Alrededor de 150 establecimientos de belleza están registrados en Santa Cruz, pero no todos están habilitados para ofrecer servicios especializados de estética.
Centros de belleza. No pueden realizar ningún procedimiento invasivo en el organismo de sus clientes; los únicos autorizados para practicar intervenciones son los cirujanos plásticos.
Publicidad engañosa. Algunos centros de estética y spa ofrecen paquetes o combos de belleza que seducen al cliente. Le pintan un panorama maravilloso y sin ningún dolor o problema y además a bajo costo; tenga cuidado.
No deberían aplicar biopolímeros
Marcelo Portugal | Cirujano plástico
Los biopolímeros son sustancias que no tienen vida y que no deberían colocarse en ninguna parte del cuerpo humano, porque el organismo lo rechaza y tarde o temprano el cuerpo lo identifica como algo extraño y como consecuencia puede desencadenar úlcera, infección y hasta obstrucción de los vasos sanguíneos y acabar atacando algún órgano vital de la persona hasta provocarle la muerte. El Sedes debería investigar a través de pruebas de laboratorio los productos y líquidos que están inyectando en el cuerpo de las personas algunos centros médicos y de belleza privados. Ante estos casos siempre llegamos a la misma conclusión, que falta control, regular y sancionar a los responsables. No puede ser que se siga lucrando a costa de las personas que resultan afectadas, y que tampoco se regule el marketing, donde se oferta cirugías de todo tipo y a bajo costo. Para ser especialista en cirugía plástica, estética y reconstructiva, el médico requiere un entrenamiento de al menos tres años en un centro con aval y sistema de enseñanza y práctica de alto nivel.
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