1. Mantén una actitud positiva
Superar exitosamente los retos de la vida es en gran parte, cuestión de actitud. Considera tu situación como algo transitorio que también pasará. ¿Cuántas dificultades has enfrentado y superado en el pasado? Saca la fortaleza de ellas para saber que independientemente de lo que traiga mañana, será para tu beneficio y crecimiento personal.
2. Expresa tus sentimientos por escrito
El simple hecho de ordenar y escribir tus pensamientos, inquietudes, esperanzas y temores te coloca en una situación de control. Aprovecha para hacer una lista de tus metas y tus preocupaciones. Anota posibles soluciones, así como pasos específicos que debes tomar ya sea que estés planeando mudarte, o que estés pasando por un divorcio.
3. Da el primer paso
Aprovecha la lista que has hecho y elige una tarea que puedas realizar. Quizás sea la más sencilla e inmediata, pero una vez que la hayas completado, te dará fuerza, tranquilidad y mejorará tu nivel de estrés. En cuanto puedas, da un segundo paso y luego un tercero. Si es necesario, toma un respiro entre uno y otro, pero no dejes que el temor y el estrés te inmovilicen. Recuerda que nadie más que tú está en control de la situación.
4. Apóyate en los demás
Todos necesitamos un grupo de apoyo, ya sea la familia o los amigos, especialmente en momentos de crisis. Quizás puedan darte una mano si estás enfermo(a), ofrecerte un buen consejo, o simplemente, brindarte apoyo moral. No subestimes el valor del amor, la comprensión y los consejos de las personas que te quieren y te estiman.
5. Cuida tu salud
No permitas que la angustia y la ansiedad te roben el tiempo que debieras dedicarle a tu bienestar físico y mental. Mientras más difícil sea la situación por la que atraviesas, más esfuerzo requiere de tu parte. Por ese motivo debes cuidar tu alimentación, tu descanso y dedicar un tiempo a la actividad física que además, te ayudará a controlar el estrés.
6. Alimenta tu vida espiritual
Tus creencias, valores y tu conexión con una realidad superior te darán la calma y la energía para superar éste y cualquier otro obstáculo que se presente. Un tiempo para meditar, orar, o simplemente reconectarte contigo misma(o) es el perfecto antídoto contra el estrés.
No te desanimes. Es muy posible que lo que hoy te parece un problema inmenso, deje de tener tanta importancia en el transcurso de unos días. Lo seguro es que eso también pasará. Sin embargo, si la situación te agobia demasiado y el exceso de estrés te impide funcionar normalmente, consulta con tu médico y busca ayuda profesional.
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