Sabemos que el invierno es la mejor estación del año para realizarnos tratamientos estéticos. Esto se debe a los múltiples beneficios o, en realidad, a la ausencia de complicaciones teniendo en cuenta que en esta época del año:
- El sol afecta menos la piel.
- Cualquier molestia posterior a los procedimientos se sobrelleva mejor con el frío que con calor.
- Las pacientes se toman este período de "mantenimiento" para llegar en perfecto estado a la primavera.
- Algunos de los tratamientos requieren unos días de recuperación o de espera entre sesión y sesión y, por eso, son ideales para el otoño y el invierno.
Además, hay que tener en cuenta que en estos meses se enfatizan los siguientes conceptos emparentados con los buenos resultados estéticos:
Progresión: Porque los tratamientos van dando sus frutos a medida que avanzan las sesiones.
Continuidad: Es fundamental la constancia con el proceso para poder realizarlo sin interrupciones.
Combinación: Se pueden agrupar varios tratamientos para obtener mejores efectos.
El invierno deteriora la piel de tu rostro y de tu cuerpo, y eso hace que necesites el doble de cuidados y de atención para atenuar los efectos. Algunos buenos consejos son:
- Si tienes manchas producto de la depilación, del sol, del embarazo o de algunos medicamentos, no dejes de usar un bloqueador solar para protegerte de los efectos del sol. Aunque en otoño e invierno lo notes menos, el sol sigue actuando en tu piel.
- Hidrata tu cuerpo todos los días, tomando agua, usando cremas hidratantes.
- Mantén una dieta saludable, con frutas y verduras.
- Limpia tu piel a diario, eliminando restos de maquillaje, bloqueador e impurezas.
- Usa protectores labiales.
- Date duchas con agua tibia, no muy caliente.
- Exfolia para eliminar la piel reseca que contiene células muertas.
- Usa una crema hidratante de noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario