clave 1: Respira, respira. El elemento más importante del yoga es la respiración, afirma Lauren. “Es lo que diferencia a esta disciplina de todos los otros tipos de movimientos físicos. Es por medio de la nariz y está comprobado a nivel científico en todo el mundo que puede curar el cuerpo y cambiar la mente”, explica.
clave 2: En todo lado. Es otra de las máximas que hacen del yoga una de las disciplinas más practicadas. Y es que Lauren explica que a la hora de hacer yoga, da igual dónde. “Puedes hacerlo un día sola en casa, otro en una clase llena en el gym. Son experiencias distintas, pero como la vida es difícil de pronosticar estos días, no importa tanto dónde sino cómo”.
clave 3: Sin cafeína. Antes de practicar yoga es mejor tener el estómago vacío y el cuerpo sin cafeína. Después, si uno quiere desayunar fruta, huevo o una napolitana, adelante, aconseja Lauren. No obstante, si necesitas comer antes de ir a clase, Lauren apuesta por almendras o una manzana. “Es recomendable no beber durante la sesión, pero es fundamental llegar bien hidratado”, nos cuenta.
clave 4: El mito de la flexibilidad. Muchas evitamos el yoga con la excusa que “no somos flexibles”. Pero no es necesario serlo. “Cuando empecé no podía ni tocar mis rodillas”, cuenta Lauren, que hoy las toca con la nariz. “La flexibilidad es solo una parte, casi la parte menos importante del yoga”, puntualiza.
clave 5: Yoga para amateurs. La fórmula de Lauren para principiantes es muy fácil de llevar a la práctica. “Puedes comenzar con 5 o 10 minutos al día, hacer un programa básico combinando respiración, Saludos al Sol y una o dos cosas más”,explica.
clave 6: Despierta tus músculos. Lauren, que ha colaborado con varios antropólogos, afirma que “el cuerpo humano no ha sido creado para estar sentado más de dos o tres horas al día. Está hecho para caminar, levantar, sudar y moverse continuamente”. Sin embargo, la vida urbana y el sedentarismo son un problema a la hora de cumplir esta máxima, lo que nos crea dolores de espalda o caderas, relacionados, en la mayoría de los casos, con la atrofia de un músculo creado para andar. “El yoga ayuda, no solo a estirar este músculo, sino a reforzar y hacer más fuertes las zonas atrofiadas”.
clave 7: Parte de tu vida. Incorpora el yoga a tu día a día pensando que es un hábito más. “De la misma manera que te cepillas los dientes o te duchas, no lo piensas, lo haces porque sabes que es necesario para tu salud. El yoga es igual”, dice Lauren. Teniendo en cuenta que los efectos del yoga son instantáneos (pues “te sentirás mejor desde el momento que lo pruebas y te volverás adicta”, predice), la yogui anima a cambiar tu mentalidad, “a convertir el yoga en algo cotidiano y básico”.
clave 8: Aliméntate como yogui urbano. “Lo que importa para la alimentación de un yogui es la comida natural y fresca que tu cuerpo puede usar como energía pura. Siempre sugiero una base de verduras. A partir de aquí se añade un poco de proteína natural, no frita, sea de pescado, carne, o pollo. También mucha agua, aceite de oliva y más verduras verdes. La única cosa que un yogui no debe comer es la comida procesada. Si mantienes tu alimentación de comida natural, sea orgánica o no, con esa base fuerte de verdura verde, vas a ver tu cuerpo cambiar desde dentro hacia fuera”, señala Imparato.
clave 10: Todopoderoso. El yoga es una de esas disciplinas que consiguen crear adicción entre sus devotos porque, tal y como nos cuenta Lauren, “tiene la capacidad de ayudarte a cambiarte a ti mismo”. Es el elemento que nos da poder, porque si aprendes yoga, “vas a aprender a escuchar y conocer tu cuerpo de una manera completamente nueva. Vas a poder cambiar, curarte y mejorarte a ti mismo”.
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