Con la llegada del verano y las vacaciones de fin de año aumentan los casos de quemaduras por exposición inadecuada al sol. Aunque no existen cifras oficiales, los dermatólogos coinciden en que el aumento de las consultas por este problema durante esta época del año aumenta en un 80 y hasta un 90%. La presidenta de la Sociedad Boliviana de Dermatología, Ana María Gallo, insiste en que estas afecciones pueden evitarse fácilmente, pero existe mucha desinformación acerca de las medidas de prevención.
La especialista indica que se usa el protector o filtro solar y el bronceador como si fuesen lo mismo, pero es importante diferenciarlos. “El primero protege de las radiaciones solares, en especial de los rayos ultravioletas. En cambio el bronceador es el que acelera la pigmentación de la piel. Actualmente se exige que los bronceadores también tengan ingredientes que cuiden la piel, pero generalmente vienen en niveles bajos”, explica la dermatóloga Lidia Quinteros.
Otro error frecuente es creer que los filtros solares sirven por igual para todo tipo de piel. “La gente viene y los pide como si comprara chicles y no se preocupan de ver si el producto es el adecuado o no. Nosotros tenemos que decirles cuál le puede servir”, dice una farmacéutica que prefiere mantener su nombre en el anonimato.
Gallo confirma este problema y advierte de que es indispensable que a la hora de comprar un protector las personas se fijen que tenga las siglas FPS, que significa Factor de Protección Solar, que es el indicador del tiempo que una persona puede estar expuesta al sol sin sufrir quemaduras. Esto varía según el tipo de piel. “Las muy blancas tienen mayor predisposición a ser dañadas por el sol. Es por eso que tienen que utilizar un FPS mucho más amplio que las morenas o trigueñas. Este indicador es representado por una cifra”, indica Gallo. Por ejemplo, si el protector tiene un FPS 20, significa que la piel de la persona estará protegida 20 veces más. Para las personas muy blancas se recomienda FPS 50 o por arriba de esa cifra.
Además, se debe procurar que el producto defienda la piel de los rayos UVB y UVA. “La luz natural del sol tiene rayos ultravioletas y el UVB es el que nos provoca ardor en la piel y nos hace buscar la sombra. Hace 20 años atravesaba la capa de ozono un 2%, pero ahora atraviesa un 5%, por eso es más peligroso y tenemos más intolerancia al sol”, afirma. Los rayos UVA son los que nos llegan, a pesar de que esté nublado, y provocan envejecimiento cutáneo, explica la dermatóloga.
El protector se debe reaplicar cada dos horas y no hay que hacer caso de aqu
ellos productos que se publicitan diciendo que su acción dura 12 ó 24 horas. Es más, las personas que van a las piscinas deben aplicárselo cada vez que salgan del agua. Es frecuente también que en el verano algunas personas usen productos caseros para broncearse, lo que resulta contraproducente, indican los médicos, ya que no cuentan con ningún cuidado para la piel. “Colocarse Coca Cola, urucú o cualquier otra crema artesanal que se vende en la calle no tiene ningún factor de protección solar y, al contario, puede provocar una acción irritante en la piel. Las consecuencias de esos usos inadecuados los vemos con frecuencia en las consultas de esta época del año”, cuenta Gallo. El último caso que atendió es de una jovencita que se puso urucú en el cuerpo para broncearse, lo que le provocó ampollas.
Pero uno de los cuidados que más se debe tomar en cuenta es el horario de exposición al sol. Las radiaciones más peligrosas se concentran en las últimas horas de la mañana y en las primeras de la tarde, porque en ese horario los rayos caen de manera vertical a la piel. Antes o después de esas horas caen de manera oblicua y producen menos daño. “Para tener un bronceado mucho más parejo y sin daño son suficientes entre 10 y 15 minutos en el sol en los horarios adecuados, no hace falta exponerse a quemaduras”, indica Gallo. Recalca que muy poca gente sabe que el sol en exceso baja las defensas y esto puede provocar otro tipo de afecciones.
El cuidado de la piel no sólo es externo, también hay que tener una alimentación equilibrada. “En esta época del año se recomienda, en primer lugar, hidratarse bien. Tomar por lo menos dos litros de agua. Las sodas y los jugos no se toman como fuente de hidratación y nada sustituye al agua”, dice la nutricionista Claudia Molina.
La especialista agrega que es importante consumir alimentos que contengan vitamina E (frutos secos, verduras, huevos y leche, entre otros), que ayudan a regenerar la piel; vitamina A (zanahoria, papaya y zapallos), que contribuye a mantenerla suave, flexible y sana; vitamina C (naranja, mandarina y limón), que tiene antioxidantes y protege las células.
Sepa elegir las gafas que protejan su vista
Usar gafas para el sol no es sólo un complemento estético o de moda. Cada vez son más indispensables para proteger los ojos de los efectos negativos de las radiaciones solares. Antes de adquirir alguna debe asesorarse por un especialista en visión para que le explique sus características y usted aprenda a reconocerlas.
Uno de los errores más frecuentes es buscar la opción más barata y no la que más se ajuste a nuestras necesi- dades, sostiene el óptico oftálmico Boris Suárez.
“Por ejemplo, las gafas que se venden en los mercados no son de buena calidad. En su mayoría son de plástico y a la persona le puede provocar mareos y lo que llamamos distorsiones cromáticas, que provocan que los ojos queden rojos, luego de usarlas”, explica Suárez.
“Si una persona va a lucir gafas sólo por moda, lo ideal es que éstas cubran la zona de las cejas. Si es deportista, son mejores las que tienen tratamiento antirreflejo. Éstas también son las adecuadas para la gente que tiene que conducir vehículos”, indica Suárez.
Además, se recomienda que las gafas sean de fibra de carbón o acetato, que son materiales antialérgicos, pero todas deben cumplir las normativas internacionales de seguridad para proteger los ojos de los rayos ultravioleta y para eso son ideales las polarizadas.
Más que el color de las gafas es importante ver los filtros que tengan los lentes. A pesar de que los estudios que se han realizado revelan que los de color verde oscuro y los grises son los más relajantes. Los de color café son visualmente muy atractivos, pero no son tan relajantes como los otros.
Suárez indica que en los últimos años las gafas vienen con mayores beneficios. Sobre todo en los lentes, a los que se les colocan laminados especiales para que tengan mayor nitidez y un mejor contraste de colores, lo que además evita que se produzca estrés o fatiga ocular.
El óptico enfatiza en que a la hora de elegir gafas, la persona verifique si tiene las certificaciones necesarias. Tal vez implique pagar un poco más, pero se asegurará de tener una mejor visión. Recuerde que las gafas deben permitirle una óptima agudeza visual. Si nota que no es así, descártelas.
Para saber
- Muy sensible. Las personas de piel muy blanca que no adquieren un tono bronceado necesitan protectores con FPS 50 o superior, porque corren el riesgo de inflamarse y desarrollar ampollas.
- Sensible. Es una piel clara que tiende a quemarse y puede adquirir un bronceado ligero. Necesita protectores con FPS 50.
- Piel trigueña. Las personas que tienen este tipo de piel adquieren un bronceado de tono chocolate. Deben usar protectores con FPS 20.
- Piel oscura. Casi nunca se quema y puede usar protectores con FPS 15, pero siempre superiores a 10.
- Hidratarse. Tome por lo menos dos litros de agua.
- Cabeza y ropa. Se recomienda el uso de sombreros de ala ancha (7centímetros) y gorra. Uno de los protectores físicos que mejor protege del sol es la ropa. Si la persona trabaja al aire libre, se recomienda utilizar camisas delgadas, pero manga larga para proteger los brazos. Antes se creía que utilizar ropa de color blanco era lo más adecuado, pero se demostró que producen demasiado reflejos y actualmente se recomienda colores grises.
- Horarios. Hay que colocarse el filtro solar media hora antes de salir de la casa y reaplicarlo cada dos horas. Recuerde que es mejor no estar expuesto al sol entre las 10:00 y las 15:00. A la hora de comer elija frutas y verduras.
- Atención. Preste mayor atención con el cuidado del sol en los bebés, niños menores de diez años y ancianos, ya que su piel es más sensible y absorben mayor cantidad de radiación solar. Recuerde que no se debe utilizar filtros solares en niños menores a los 10 meses.
- Cicatrices. Sólo si ha transcurrido un año desde que se haya formado su cicatriz usted puede exponerla al sol. La piel en esa zona es mucho más sensible.
- Quemaduras. No las jabone ni se bañe constantemente. Póngale una crema hidratante y consulte con un dermatólogo.
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