jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Los hombres calvos más poderosos, dominantes y fuertes?

¿Confiarías más en tu pareja si se cortara el pelo? Y, ¿en los políticos? Un reciente estudio, que está causando mucho revuelo en Estados Unidos, revela que los hombres rapados son percibidos como más dominantes, altos e incluso fuertes, aunque este aumento en la percepción de masculinidad tiene su precio, ya que les hace verse a ellos mismos menos atractivos. Los periodistas Ramón Fuentes y Melchor Miralles, y el empresario Kike Sarasola no comparten, al 100%, las conclusiones del estudio.

Según la reciente investigación de la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania, los hombres con la cabeza rapada son percibidos como más masculinos, dominantes e, incluso, con un potencial de liderazgo superior que aquellos con un cabello más largo o en proceso de quedarse calvos.

La anécdota la firma el autor y director del estudio, el psicólogo Albert Mannes, quien es completamente calvo y quien asegura que se sintió motivado a realizar la investigación después de notar que la gente lo trataba con mayor deferencia cuando se rapó la cabeza.

La investigación de Mannes, que consta de tres partes y que se titula Shorn Scalps and Perceptions of Male Dominance, se centraba en identificar las diferencias de cómo son percibidos los hombres calvos, los que se rasuran la cabeza y los que tienen entradas de calvicie.

El psicólogo reunió a 60 voluntarios, en el primer de los tres experimentos, y les hizo analizar distintas fotografías de hombres de la misma edad con ropa similar cuya única diferencia era el tener mucho cabello, calvicie moderada o la cabeza totalmente rasurada. Las conclusiones revelaron que los hombres rapados encabezaron las listas por poder, autoridad e influencia.

En el segundo estudio, un grupo de participantes observó las fotografías de cuatro hombres, retocadas digitalmente. Cada uno se mostró dos veces, la primera vez con cabello y la segunda, sin él. De nuevo, se percibió como más poderoso a los hombres con pelo, además de más altos y fuertes.

Por último, los voluntarios recibieron la descripción escrita de varios hombres, sin fotografías, en la que se detallaban sus atributos físicos, incluyendo si tenían poco cabello o si estaban rapados. De igual forma, se repitió el resultado de percepción de mayor masculinidad, liderazgo y fortaleza.

El único pero que encontró el estudio de Albert Mannes, quien dicta cátedra sobre gerencia en Pensilvania, es que los hombres con calvicie incipiente se consideran menos atractivos y más viejos al cortar sus cabellos. Para ellos, la solución es tan sencilla como raparse la cabeza.

Para Melchor Miralles, director y presentador del programa de radio Cada mañana sale el sol en ABC Punto Radio, llevar la cabeza rapada es cuestión de comodidad más que de poder: “Mis chicas favoritas, mi mujer y mi hija, me dicen que me queda mejor un poco más largo. Pero hago poco caso, me puede la comodidad. Y, la verdad, alguna amiga que me quiere me dice que me queda genial cortito, y eso me anima”.

Miralles no encuentra relación alguna entre cabello corto y poder. “Al menos por experiencia propia, no soy nada dominante, cero. Y creo que el liderazgo se ejerce desde la cabeza y la convicción de los argumentos y del ejemplo, pero no por la longitud del pelo. Es más, jamás me influye en la confianza en un interlocutor nada relacionado con su aspecto físico”.

Para el presentador de Deportes de Informativos Telecinco, Ramón Fuentes, quien no se considera una persona dominante aunque admite que tiene madera de líder, estas conclusiones no le parecen ninguna locura. 2Además los rapados salimos muy bien parados”. Eso sí, los motivos por los que Fuentes decidió raparse al cero responden, como el caso de Melchor, a la comodidad.

Ramón visitaba cada tres semanas la peluquería para cortarse el pelo muy corto hasta que en 1998 decidió raparse él mismo la cabeza. “En un principio lo hice con la maquinilla de peluquería, pero luego ya decidí usar directamente la maquinilla de afeitar. Eso sí, uso el último modelo para evitar cortes y de momento no he recibido ninguna crítica al respecto. Solo la de mi madre, que no me acaba de ver con la cabeza rapada”.

Fuentes coincide Miralles en que la confianza no se basa en el cuero cabelludo de las personas.

Fuente: abc.es



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