Ultracavitación. Sin embargo, para un tratamiento completo se empezaría por una Ultracavitación, que es una de las últimas novedades en medicina estética en tratamientos reductores. Según explica Camacho, se la aplica para reducir la grasa localizada. "Estas grasas se vuelven líquidas y usted las elimina por vías urinarias", indicó. Esta técnica, es un método no invasivo e indoloro que permite eliminar los depósitos de grasa sin recurrir al bisturí. Solo se la puede hacer 2 veces por semana, al igual que la radiofrecuencia, acotó.
Radiofrecuencia. Esta técnica consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas, para acceder a las capas más profundas de la dermis sin dañar la piel. Reestructura las fibras de colágeno, consiguiendo un efecto tensor duradero. "Después de practicar una ultracavitación, la radiofrecuencia activa el colágeno en el cuerpo, y ayuda a que reafirmemos la piel", sostiene Camacho. Estas dos técnicas se deben acompañar de masajes reductores y afirmantes.
Drenaje linfático. Es una especialidad de masaje que actúa directamente sobre el sistema linfático, responsable de eliminar toxinas y mantener en forma el sistema inmunitario. Su efecto se deja notar sobre la piel porque activa la circulación y mejora la microcirculación. Además, hace frente a la celulitis evitando la retención de líquidos.
Mascarilla
La mascarilla facial a base de algas se la utiliza para desintoxicar y reafirmar la piel. Se la puede utilizar también para todo el cuerpo. Es una de las mejores opciones para la piel grasosa y delicada.
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