Infecciones. Los riesgos de infecciones se dan porque se comparte con otras personas desde peines hasta instrumentos para cortar cutículas, que son potencialmente los más peligrosos porque pueden tocar sangre y hongos. El riesgo de infecciones, explica Zamora, también está presente en las faciales o limpiezas de la piel y es menos común en masajes. "Los riesgos más grandes de infecciones están en las pedicuras y manicuras. Por esta razón las personas con diabetes o con problemas en el sistema inmunológico deben evitar cortar las cutículas durante manicuras y pedicuras", acotó.
Productos tóxicos. Por otra parte, el riesgo más grande es el uso de productos para hacer alisados, también llamados tratamientos con queratina. Estos tratamientos deben evitarse. En general, cuando los productos tienen un olor fuerte deben realizarse en un espacio abierto o con acceso a ventilación. Estos productos incluyen productos para extensiones de uñas o uñas esculpidas, tintes, permanentes y otros.
Cuidados. Lo primero es comprobar que los instrumentos estén esterilizados. Para cepillos y peines deben tener una solución con un germicida para matar bacterias después de cada uso. Las sábanas en cabinas para masajes, tratamientos o faciales deben cambiarse después de cada cliente y lucir limpias. Tener los pies fuera de agua y aplicar un desinfectante si al momento de la pedicura se hace una herida.
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