Compartimos todo lo que debes saber sobre ellos, pues muchas no sabemos sobre nuestros propios pechos: desde cómo cuidarlos y mantenerlos sanos a aprender a amarlos, sin importar su forma y tamaño.
Ámalos!
Las amamos más que antes
En un estudio reciente sobre imagen corporal, 70 por ciento de las mujeres está contenta con sus pechos. Elisabeth Squires, autora de Boobs: A Guide toYour Girls (Pechos: Una guía a tus chicas) expresó que “por mucho tiempo las mujeres han criticado sus senos”. Y es que en los noventa los únicos pechos que uno veía en la cultura popular eran inmensos y redondos (como los de Pamela Anderson). Sin embargo, hoy las cosas han cambiado gracias a la halagadora tecnología de los sujetadores modernos y a los senos, de todo tamaño, forma y simetría, que vemos en los medios. “Definitivamente hoy las mujeres exigen resultados más naturales, a diferencia de antes que sólo les importaba aumentarse”, explica el cirujano plástico Moisés Fernández Z., del Centro de Cirugía Plástica, Estética Reconstructiva y Cráneo Maxilofacial. Hoy, más que antes, las mujeres aceptan sus pechos y se sienten bien con su propio, y único par.
Pechos a la carta
Hace veinte años el aumento de mama era algo nuevo; muchas mujeres aparecían con un par de melones bajo el pronunciado escote, pero mantenían su nueva adquisición como el secreto mejor guardado. Hoy, la cirugía de aumento de mama es muy común y chicas lo piden como regalo de graduación. Lo bueno es que gracias a la tecnología, los senos operados lucen cada vez más naturales.
Fernández explica que una mujer se puede aumentar el busto a partir de los 16 años, pues a esa edad “el desarrollo de la mama ha concluido”. Sin embargo, debemos tener en cuenta que a esta temprana edad la mujer no está segura de cómo se siente en su propio cuerpo, ni siquiera lo que quiere. No lo neguemos, la relación con nuestro cuerpo incluyendo nuestros pechos, varía a lo largo de la vida.
En el caso de tomar la decisión de someterte a un “boob job”, la siguiente pregunta que surge es, ¿cuánto ponerse? “Se define el tamaño de implante en base a varios parámetros como el diámetro del tórax, la altura, las caderas, la forma de los senos y lo que quiere la paciente. Desde mi punto de vista el resultado debe ser estético, nada exagerado y muy natural. Para ello utilizo implantes anatómicos”, explica Fernández.
“En el caso de una mujer sin hijos, con los pezones en su lugar y medidas ideales, abordo la cirugía por el surcosubmamario, así no comprometo la sensibilidad del complejo areola pezón ni toco la glándula mamaria y la cicatriz queda escondida”, dice el cirujano. Sin embargo, en mujeres que fueron madres y que tienen los senos caídos y el complejo areola pezón descendido, “se debe realizar una suspensión de todo el complejo areola pezón y de la mama. Es una cirugía más radical ya que se hace un ajuste de la glándula mamaria y se remueve la piel sobrante”.
Como en toda cirugía, el aumento de mamas es riesgoso. “La complicación más frecuente es la alteración de la sensibilidad de los pezones, justamente cuando se aborda la cirugía por la vía periareolar”, expresa el experto.
Otra complicación, temprana o tardía, es la contractura capsular. “Existen muchos factores que la generan. Un factor es la localización del implante; mientras más superficial esté, hay mayor posibilidad de contractura muscular”, dice Fernández para añadir que la incidencia es menor en implantes submusculares que en los subglandulares.
Por el contrario, hay quienes quieren reducirse los senos, pues si son muy grandes pueden ser incómodos, causar dolor de espalda, modificar la postura y afectar la autoestima de la mujer. La solución a este problema es la mamoplastía de reducción, una cirugía que quita el exceso de piel, grasa y tejido mamario para crear un seno más pequeño y firme. Aunque la cicatriz es grande y los riesgos son mayores,- pues “es una cirugía más complicada que involucra mayor tiempo en quirófano y una técnica más complicada”, explica Fernández-, las mujeres que deciden reducirse las mamas están ansiosas por quedar con un pecho súper pequeño. El resultado? Excepcional.
En sus ocho años como cirujano, Fernández asegura que una cirugía de mama aumenta la confianza y autoestima de una mujer. “La mama es uno de los elementos anatómicos del cuerpo femenino que, sea que la aumentes o disminuyas, alterará el estado anímico de la mujer de forma importante”, expresa.
Aumentarte los pechos es una decisión muy importante. Es fundamental que investigues, entiendas y estés cómoda con tu decisión antes de someterte a una cirugía estética. Si piensas hacerlo, asegúrate que tu cirujano esté certificado por la Sociedad de Cirugía Plástica.
Aclarando dudas
Antes de tomar la importante y trascendente decisión de aumentarte los senos, es esencial aclarar ciertas dudas que todas tenemos respeto a esta cirugía.
Cada diez años. Antes se decía que la vida media de los implantes era de diez años, pero en ese entonces los implantes eran de gel de silicona líquido, y hoy son de gel cohesivo. “La nueva tecnología en los implantes permite tenerlos por más tiempo, siempre y cuando la paciente realice sus controles anuales”, explica Fernández. Y es que “es importante que la mujer con implantes mamarios por lo menos haga un control anual luego de su cirugía para ver que el implante esté en buenas condiciones, no se haya roto o encapsulado, etc.”.
Lactancia. La cirugía mamaria no impide la lactancia, siempre y cuando no se haya dañado el tejido glandular durante la intervención. Si se siguen todas las recomendaciones del médico, no se tendrán inconvenientes. Si la mujer ve afectada su capacidad de amamantar, es a causa de la localización de la incisión del implante; la incisión alrededor del pezón puede provocar la afectación de los conductos galactóforos, los cuales se encargan de transportar la leche materna, pudiendo afectar una adecuada lactancia. En el caso de la reducción de pecho, la probabilidad de complicación es mayor, pues durante esta intervención los conductos del seno son movidos afectando los nervios, que son los encargados de la estimulación para que se produzca una correcta lactancia, aunque hay mujeres operadas que han dado pecho sin ni un problema.
Mamografía. El hecho que el implante esté en un plano subglandular si puede dificultar el diagnóstico de tumores de mama. “Alrededor de todo implante se forma una membrana, una protección del cuerpo hacia un órgano extraño, que es la cápsula. Esta cápsula puede presentar calcificaciones o microcalcificaciones, y algunos tumores de mama se presentan así. La cápsula de implante, al estar en íntimo contacto con la glándula mamaria, hace que sea difícil diferenciar si las calcificaciones son de la mama misma o de la cápsula del implante. Sin embargo, si el implante está en un plano más profundo (submuscular) no sucede esto”, explica.
CONÓCELOS!
Esos días del mes. ¿Por qué nos duelen y crecen durante esos días del mes? Culpa de tus hormonas. El incremento de progesterona causa retención de líquido, causando hinchazón y sensibilidad en los pechos. El estrógeno también se eleva para preparar al cuerpo para el embarazo. Estas hormonas mandan señales para que los ductos mamarios se expandan, lo que causa dolor. Si sientes mucho dolor, la pastilla anticonceptiva ayuda (siempre debe ser prescrita por tu médico). Evita el azúcar, la cafeína o cualquier alimento alto en sodio, incrementan la retención de líquidos que a su vez causan hinchazón.
Asimetría. ¿Por qué nuestros pechos tienen diferentes tamaños? Somos humanas! Muy pocas mujeres son simétricas. Incluso una diferencia de una copa es considerada normal. La asimetría puede igualarse luego del embarazo o la lactancia. Debes preocuparte si un pecho crece de un momento a otro. Si ves un cambio así, ve a tu médico.
Sensibilidad. No todas las mujeres son sensibles en la zona del pezón, pero hay mujeres que tienen pezones tan sensibles que pueden llegar al orgasmo con sólo un roce. También hay muchas mujeres que no se sienten excitadas con la estimulación sexual en esta zona erógena. Cada mujer debe encontrar su propia fuente de placer.
Vellitos. Molestosos, odiosos… lo son, pero también son comunes. Unos cuantos vellitos en los pezones es común, y la solución es la pinza.
Para reducir el dolor, elimínalos luego de una ducha caliente, cuando los poros están abiertos y el vello sale con mayor facilidad.
Marcas. Muchas mujeres tenemos estrías en los pechos gracias al crecimiento durante la pubertad, el embarazo o por las constantes fluctuaciones de peso. Las cremas pueden ayudar, pero esas marcas se van desapareciendo con el tiempo.
Ejercicios. Los “push ups” u otros ejercicios para los pectorales no hacen mucho para tus pechos, ya que éstos no contienen músculos. Lo que sí, fortalecen los músculos pectorales, que están bajo el mismo pecho, haciendo que luzcan mejor.
Efectos de la gravedad
Durante la década de tus treinta las hormonas, como el estrógeno, ayudan a mantener los pechos firmes. Pero eso no dura para siempre, y a una edad la Ley de Newton entra en juego. Se puede hacer algo para amortiguar el efecto gravitacional. Cuan “bajo” caerán tus pechos (algún día), en gran parte está determinado por tus genes, pero puedes desacelerar el proceso evitando la ganancia y pérdida de peso de manera continua, ya que este proceso pone estrés y estira los ligamentos del pecho, tu soporte natural.
Un estudio en 2007 afirmó que dar de mamar no lleva a la caída de los pechos, pero los grandes culpables son un tamaño de pecho muy grande, muchos embarazos, fumar (que debilita la elasticidad de la piel) y la vejez. Por otro lado, a medida que pasan los años, los pechos se vuelven menos densos y glandulares y más grasosos, lo que los hace menos firmes. Pero si llevas un estilo de vida saludable, evitas subir y bajar de peso y usas buenos sujetadores, puedes prevenir que “chorreen”.
Usa sujetadores deportivos al ejercitarte para prevenir el estiramiento de los ligamentos. Un sostén bueno previene que los pechos reboten, lo que minimiza el estiramiento de las bandas fibrosas. Asegúrate de usar el brassier correcto.
CUÍDALOS!
Pechos: muchas nos preocupamos porque son muy grandes o muy pequeños, o porque ya no son tan firmes como antes… pero hay algo que toda mujer quiere, pechos saludables durante toda su vida. Una se preocupa por los bultitos, la hinchazón y el dolor de los senos…Te damos las respuestas.
Los bultos o tumoraciones fibrosas no cancerosas en la mama, son comunes en mujeres jóvenes. También es común sufrir dolor de pecho, el que puede ser cíclico (con el periodo menstrual) o acíclico.
“La patología benigna es muy común. Una de las principales causas de consulta ginecológica es la presencia de bultos o dolor en los pechos. Probablemente por el temor que tiene la mujer a desarrollar cáncer de mama. El dolor en las mamas- la mastodinia-, puede ser cíclica, apareciendo antes del periodo menstrual y tiene una asociación con las hormonas o el Síndrome Pre Menstrual, pero hay quienes tienen especial predisposición a desarrollarla, como las mujeres que consumen mucho café, chocolate o sustancias metilxantinas.”, dice Ronald Aparicio, ginecólogo obstetra de la Clínica Los Olivos, para añadir que esto se puede manejar con un cambio en la dieta.
Asimismo, es común que una mujer joven palpe bultitos en las mamas antes de la menstruación. “Nunca se examinen las mamas antes de la menstruación, háganlo después”, aconseja el experto. Y es que los cambios fibroquísticos de la mamas, un cambio que ocurre cíclicamente en los pechos y lo experimentan todas las mujeres, pueden generar estos síntomas; bultitos, presencia de dolor y protuberancias en las mamas. “Sin embargo, si este cambio está asociado a atipias celulares, la paciente puede tener mayor predisposición a una patología maligna. Esto afecta a cinco por ciento de las mujeres”, explica.
El cáncer de mama
Las probabilidades de sufrir cáncer de mama son mayores a medida que la mujer madura. “Afortunadamente las mujeres con cáncer de mama a edades tempranas es muy raro. Es más frecuente después de los 40 años”, aclara Aparicio. “En una mujer joven, es difícil diagnosticar un cáncer de mama precozmente debido a que la mama joven es densa, lo que reduce la sensibilidad de la mamografía”. Un estudio de la IARC (Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer) reveló que la mamografía no tiene una utilidad comprobada en mujeres menores de 45 años.
La ecografía mamaria es un estudio más útil en mujeres jóvenes ya que permite estudiar la mama, sin importar la densidad que tenga. Se realiza este examen en mujeres que notan algo extraño en el pecho. “Por eso es tan importante realizarse los tres exámenes; el autoexamen, el examen del médico y la mamografía”, dice. Es fundamental conocer tus pechos para reconocer cualquier cambio que se presente en ellos, y esto lo logras con el autoexamen mamario, esencial a toda edad!
Las mujeres con predisposición genética, es decir, familiares de primer grado que han tenido cáncer de mama, tienen cinco veces más riesgo de desarrollar la enfermedad. “Esas mujeres deben ser especialmente acuciosas, sin entrar en la psicosis de cáncer, con su autoexamen, sus controles médicos e iniciar controles mamográficos a los 40 años”, dice Aparicio.
La lactancia, un protector
La lactancia materna ofrece una protección contra el cáncer de seno. “La mama es una glándula que cada mes se prepara para un posible embarazo. Por lo tanto, cada vez experimenta cambios, y éstos no vuelven atrás. La mama termina de madurar cuando cumple su función, que es la lactancia”, explica Aparicio para agregar que la lactancia, sobre todo en el primer hijo y por un periodo mayor o igual a un año, es un protector importante del cáncer mamario. “Está absolutamente demostrado”, enfatiza.
Factores que incrementan el riesgo
“Las mujeres obesas, al estar sometidas por más tiempo al estímulo de estrógeno, tienen cuatro veces más riesgo de cáncer de mama”, explica. El riesgo es el mismo en mujeres sin hijos o que son madres después de los 30 años, y en las que sufren un cambio fibroquístico atípico severo en la mama.
“Por otro lado, el alcohol, una dieta rica en grasas, que te venga la regla muy temprano y que se corte tardíamente, aumentan el riesgo”, dice.
El día más rosa
La campaña, iniciativa de Gedesa, Diagnóstico Precoz del Cáncer de Mama se realiza este mes del 13 de octubre al 18 de noviembre. En este marco se realizarán conferencias educativas; una el 13 de octubre en la piscina del Club Social a las 18:00 hrs, y la segunda el 17 del mismo mes en el Auditorio del Hospital Viedma. Durante este mes, todos los domingos junto al periódico Los Tiempos, encuentra y recorta tu cupón con 30 por ciento de descuento en una mamografía y realízatela en los centros que se suman a la causa. El 19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama, se realizará una caminata contra esta enfermedad con la finalidad de concienciar a las mujeres. La caminata iniciará a las 9:00 a.m. a la altura de la Maternidad Germán Urquidi, en la Av. Aniceto Arze – Oquendo – Heroínas – San Martin.
Los Centros que participan de la Campaña en La Paz:
• CONSULTORIO DR. CONTRERAS, Av. 16 de julio El Prado N-1479, Edif. San Pablo Pb Of. No 5 • CEMDI, Av. 6 de agosto N- 2530 • UNIMED, Av. Arce N- 2630 • DIAGNOCENTER, Edif. Petrolero Sub Suelo Av. Mariscal Sta Cruz N- 1616
El ABCD del sujetador
Para hacer deporte, para uso diario, durante el embarazo o la lactancia… hay un sujetador para cada momento de nuestra vida. Pero la clave es que sujeten bien el pecho, lo mantengan en su sitio y eviten que los senos se balanceen demasiado al moverse, lo que puede provocar pequeños desgarros en los tejidos, llevando a una “caída prematura”. Recurre a una corsetería para calcular la talla, que depende del contorno del tórax y del tamaño del pecho.
1 Elige bien tu talla. Sólo el 10 por ciento de las mujeres conoce exactamente su talla de brassier y menos del 30 por ciento lleva el correcto. Un buen sujetador, aparte de elevar y sujetar, evita el desarrollo de ciertas lesiones mamarias. Asegúrate que sea cómodo y favorecedor y modele tu cuerpo a tu antojo (los estilo Balconet son ideales). El sujetador adecuado implica que el tirante baje recto, la copa abarque la totalidad del seno, que esté ajustado al peso de las mamas sin que suba por la espalda, y que el aro repose plano en el tórax. Para saber si las copas se ajustan al pecho, inclínate hacia delante y observa si el seno se mueve. Si es así, no es la talla. También debes subir los brazos para comprobar que el sujetador se quede en su sitio. Si el sujetador sube hacia arriba, no se ajusta al perímetro.
2 Conoce tu número. Tu talla se compone de dos medidas. La primera es una cifra que revela el contorno del pecho y la obtienes midiéndote con cinta métrica por debajo del busto.La segunda, expresada con una letra (A, B, C, D), determina la copa, que es el volumen o profundidad del seno. Para conocerla, mídete el contorno por la zona más sobresaliente y a ese número resta la medida del contorno. Si la diferencia es de 15 cm, necesitas la copa B. La talla varía cada 3 cm. Por ejemplo, si el resultado de tu resta es 18, tienes una copa C; si es 12, necesitas la A. Para valores intermedios, redondea hasta la talla más cercana.
EXÁMENES ESENCIALES
“Todos los esfuerzos se enfocan en la detección precoz del cáncer de mama, cuando es curable, y al cuidado de la mama”, explica Aparicio. Y hay tres formas de detectarlo de manera precoz; el autoexamen mamario, el examen del médico y la mamografía.
1 Autoexamen mamario. Familiarizarte y conoce tus pechos para poder detectar cambios y reportarlos a tu médico. “Es muy importante que todas las mujeres se examinen, conozcan sus mamas y tengan una rutina de autoexaminación mensual. Las que tienen esta rutina pueden detectar un bulto más pequeño que las que no la tienen. Todas las mujeres deben realizarse el autoexamen cada mes después de la menstruación”, enfatiza el experto y aconseja palpar las mamas en la ducha, frente al espejo y acostada con un poco de crema.
2 Examen del médico. Es esencial una vez al año junto a tu chequeo ginecológico.
3 Mamografía. “La mamografía tiene mayor utilidad después de los 40-45 años, pero el autoexamen mamario tiene utilidad a cualquier edad, no necesitas ir a un médico, al menos que detectes algo extraño”, aclara.
CIFRAS
+ 75
por ciento de las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama tienen 50 años o más.
24,7
por cada 100.000 mujeres sufren cáncer de mama en Bolivia.
1,1
millones de casos de cáncer se diagnostican en el mundo por año.
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