Antes de decidir el color de la rosa y el tipo de base que se debe emplear es fundamental revisar la decoración del espacio así como la arquitectura interior y la luminosidad. También entra en juego la altura, ya que en espacios altos se debe apostar más por variaciones en las bases de floreros con un arreglo cargado.
El color de una rosa ayuda en los estados de ánimo, pero también puede realzar y crear sensaciones bien particulares.
Una flor amarilla con bordes rojizos da la imagen de ser un sol, es muy apropiado para aquel sitio de la casa que a veces luce un poco sombrío. Entre tanto, las blancas son ideales para un sitio con mucha luz o aquellos muy cálidos porque el blanco refresca y da la sensación de frío.
Antes de decidir el color
Es importante revisar la decoración, la arquitectura y la iluminación.
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