"La diversidad de sus formas y siluetas hace de estas plantas un extraordinario valor ornamental para la decoración de interiores, con la ventaja de que si han sido bien elegidas, requerirán un mantenimiento mínimo. Así, al adquirir las plantas, conviene conocer lo mejor posible las condiciones de cultivo en que se encontraban", dice la decoradora paisajista Ana Yamile Rojas, de Vergel Paisajismo.
LA MEJOR TEMPERATURA. La temperatura afecta a todos los procesos fisiológicos de las plantas (fotosíntesis, respiración, transpiración, etc.), existiendo para cada especie una temperatura óptima para su crecimiento. "Se podría afirmar que entre las palmeras utilizadas en interiores, las especies de origen más tropical toleran temperaturas de hasta 18ºC y son dañadas si baja de los 10-13ºC", añade la experta.
LA LUZ IDEAL. Cuando en los interiores no hay suficiente luz natural se debe emplear la luz artificial como suplemento. "Las que producen luz 'blanca' pueden considerarse como las mejores con tal de que su espectro tenga los máximos en el azul y el rojo (400- 700 nm)", aclara la paisajista.
RIEGO
Con pocas excepciones, el substrato de las palmeras debe estar "más bien" húmedo, no encharcado. Cada cierto tiempo habrá que lavar las hojas con una manguera, pulverizador o incluso una esponja húmeda con una pequeña cantidad de jabón líquido si fuera necesario.
SUBSTRATOS Y ABONADOS
El substrato deberá ser poroso pero, a la vez, capaz de retener suficiente agua para no obligar a regar con frecuencia. Respecto al abonado, y tras la adquisición de las plantas, se recomienda retirar todos los granos de abono que se observen sobre el substrato y dar un riego profundo.
LA MÁS EMPLEADAS
Entre las especies más empleadas están: Areca catechu, Beaucarnea recurvata (pata de elefante), Chamaedorea costaricana, Chamaedorea elegans, Chamaedorea seifritzii y Chamaerops humilis, entre otras. Vergel Paisajismo le brinda un mejor asesoramiento. Inf: 704-46706
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