En este sentido, algunas mujeres opinan que la depilación full brazilian les da mayor placer sexual. En el caso de los hombres, algunos se la realizan por razones higiénicas y porque piensan que visualmente se ven "más aventajados". La depilación full brazilian es fuerte hace años en Brasil y Argentina. En Chile, desde hace tres años se ha extendido desde jóvenes de 16 años hasta mujeres de 68 años.
Los métodos más empleados son la tradicional cera, que acapara la mitad de las preferencias, y la luz pulsada intensa y láser de diodo, que reúnen la otra mitad, pero que tienen la ventaja de ser sistemas de depilación de resultado duradero. ¿Qué opción escoger? Depende de estilos, objetivos y edad. - Cera: es apropiada para mujeres que quieren una depilación total en la zona púbica solo para el verano, para sentirse más relajadas en la playa. Es reversible, pues los vellos vuelven a crecer, pero el crecimiento va disminuyendo gradualmente.
También es para personas con vellos canos en la zona íntima, pues los sistemas tecnológicos como la luz pulsada y el láser, necesitan que el pelo tenga pigmento o melanina. - Láser de diodo: requiere rasurar la zona. El equipo dispara su haz de luz que es captado por el pigmento melanina del vello que queda bajo la superficie de la piel. La melanina convierte la energía lumínica en calor que traspasa hasta el folículo piloso para quemarlo, destruirlo e impedir que crezcan más vellos.
Su haz de luz tiene una longitud de onda uniforme, por lo que es especialmente eficaz para la depilación permanente de vellos oscuros. Este tratamiento es indicado para mujeres que no tienen mucho tiempo para asistir a un centro de estética, pues se realizan seis sesiones, estrictamente cada dos meses. - Luz pulsada intensa (IPL): indicada para mujeres que no quieren rasurar la zona.
Hay que recortar el vello, pues se necesita que tenga un mínimo tamaño para que su melanina actúe como conductora del calor de la luz hacia cada folículo y los debilite, queme y elimine, para evitar que crezcan vellos. La IPL emite un haz de luz de distintas longitudes de onda, por lo que puede actuar en distintas tonalidades de vello en una misma sesión. Es apropiado para mujeres que están más apuradas en obtener resultados.
Se requieren entre 8 y 12 sesiones: las tres primeras se realizan mensualmente, y cuando el vello retarda su crecimiento, la sesión es cada 45 o 60 días. Es un tratamiento de efecto prolongado, por lo que en algunas mujeres se puede requerir sesiones de refuerzo luego de algunos años. La luz pulsada y el láser de diodo también eliminan la antiestética foliculitis, que es la incrustación de vellos e infección de folículos, un problema frecuente en el rebaje por el roce de la ropa interior.
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