En primer lugar, debes efectuar un baño de aceite de oliva para las manos. Esto permite ablandar tus cutículas. No dudes en añadir una pizca de bicarbonato de sodio para blanquear tus uñas al mismo tiempo. Se recomienda realizar este cuidado una vez por semana.
Por otro lado, es esencial que hidrates tus uñas a diario. Utiliza una crema hidratante específica para las manos y aplícala cada noche antes de acostarte, efectuando movimientos lentos para aumentar la circulación de la sangre. Asimismo, debes proteger tus manos de las agresiones diversas. De esta manera, cuando laves los platos y la ropa, trabajes en el jardín o en tu casa, no olvides utilizar guantes.
En el momento de hacer tu manicura, puedes empujar tus cutículas con un aparato especial. De esta manera, tendrás espacio suficiente para colocar tu esmalte. Para efectuar eso, debes aplicar un producto emoliente sobre tus uñas y esperar 2 minutos para que se ablanden tus cutículas. Luego, puedes empujarlas sin que aparezcan heridas.
Si prefieres, no dudes en acudir a un centro de estética para que empujen tus cutículas de manera correcta. Sin embargo, debes asegurarte que utilicen herramientas estériles. De lo contrario, podrías contraer infecciones.
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