Cuidado con el sol broncearse no es sinónimo de belleza

Sabías que cada vez que te asoleás sin la protección adecuada, disminuyen los niveles de colágeno y elastina y tu piel pierde firmeza, se arruga, se vuelve áspera y no tiene posibilidad de recuperarse.

¿Querés envejecer prematuramente?
Y si continúas con esa práctica insana, con el tiempo, puede desarrollarse cáncer de piel.

¿Estos no son motivos de peso para que usés protección? Por ello, la dermatóloga Ana María Gallo da unos tips para cuidarte

Rayos UVA y UVB.
Ambos son rayos ultravioleta emitidos por el sol. Los UVA entran a la piel y provocan arrugas; pueden atravesar las ventanas y tu ropa. Los rayos UVB afectan la epidermis, la capa más externa de tu piel y es el causante del cáncer de piel.

Protector o bloqueador solar.
Un protector solar es químico y un bloqueador solar es físico. Los protectores absorben y reflejan la radiación ultravioleta; les toma alrededor de 30 minutos ser absorbidos por la piel. Los bloqueadores están hechos de óxido de zinc o de titanio, para poder reflejar los rayos e impedir que alcancen tu piel.

¿Cuánto protector solar se debe usar?
Todo el que podás. Debés ver cómo deja una película delgada antes de que se absorba. Debés cubrir toda la piel que expongás al sol y reaplicarlo cada hora, hasta en los días nublados.

¿Qué otras partes debés cubrir?
Muchas personas descuidan la zona del cuello y del escote, a pesar de que la piel de esta área es muy delgada y frágil. También se debe proteger el dorso de las manos, ya que las primeras manchas propias de la edad aparecerán ahí.

Usá bloqueador en la oficina.
La mayoría de la gente cree que solamente el sol produce manchas y alteraciones de piel y la verdad es que una persona que trabaja todo el día frente al computador recibe una alta carga lumínica que envejece las células y mancha igual que la luz solar.

El sol es el culpable de manchas y pecas.
Una exposición prolongada puede provocar quemaduras e inflamación, lo que se traduce en manchas. Igual daño causan las camas y duchas solares.

Los bloqueadores no dejan que uno se broncee.
Sí lo permiten, la diferencia es que el bloqueador ayuda a conseguir un bronceado sano. Además el color que se adquiere depende de la producción de melanina de su cuerpo, más no del bloqueador.
“Lo ideal es tomar el sol antes de las 10:00 y después de las 16:00; y el bronceado no es sinónimo de belleza”, remata la especialista.