¿Alguna vez te ha dicho alguien eso de “No toques, ¿por qué tocas?” Es exactamente lo que deberías repetirte a ti misma cada vez que te levantas con un inquilino en alguna zona de tu cara. Porque todas queremos que el indeseable, también conocido como grano, sea como la procesión: que vaya por dentro. Pero todas nos equivocamos al toquetearlo ante el espejo antes de maquillarnos.
Y no te vamos a repetir que manipular tus granos no es el camino para librarte de ellos, porque tu madre lo lleva haciendo desde la adolescencia y no ha obtenido resultados. Lo que te vamos a decir es que deberías empezar a decidir entre tocar y maquillar. Porque una vez que aprietas un grano, poner maquillaje encima te puede llevar a una situación peor, y convertir tu grano en uno infectado, tardará mucho más en curar.
Supongamos ahora que has decidido lo segundo. Entonces te detallamos los pasos a seguir para cubrir (de verdad) ese dichoso grano:
- Prepara la piel: no te saltes la crema hidratante. Ayudará a aliviar la irritación y sus ingredientes favorecerán la regeneración celular. Después, aplica una loción específica para granos en la zona afectada.
- El maquillaje: que sea una loción líquida sin aceites, y que tus manos o las herramientas con las que te lo aplicas estén completamente limpias.
- El corrector: aplícalo a pequeños toques sólo sobre la zona afectada y asegúrate de difuminarlo bien.
- Los polvos: este paso, que es el que normalmente no haces, es el que dará un acabado más natural al maquillaje, porque unificará el tono de la base
líquida y el corrector. No se trata de
polvos de sol, sino de polvos mate compactos. Para un resultado todavía mejor, después de aplicarte los polvos
rocía la piel con una ligera bruma facial y deja que seque al aire libre.
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