Causas. La mala circulación es causada por una gran variedad de factores, como alto colesterol, poca fibra en la dieta, consumir sal en exceso, así como por no tomar suficiente líquido, tener obesidad, diabetes, presión arterial elevada, ser fumador y no hacer ejercicios a diario.
Cómo evitar. Para evitar la mala circulación es importante realizar ejercicios que impliquen una intensa actividad cardiovascular, como trotar, correr, ejercicios aeróbicos o deportes de equipo, este tipo de deportes favorece al máximo la circulación. Si trabaja en oficina debe moverse al menos una vez cada hora para hacer que la sangre fluya, puesto que esto propicia el sedentarismo.
Vitaminas. La buena circulación incluye suplementos de vitamina C, vitaminas del complejo B, calcio, magnesio, y aceite de pescado omega-3. También es importante tomar en cuenta la eficacia de los suplementos de vitamina E en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, ya que favorece la circulación sanguínea.
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