Es más: “Muchas de las causas detrás de la caída del pelo, tienen que ver con la alimentación”, asegura María López, nutricionista del portal Medicadiet. “La desnutrición, las alteraciones tiroideas, el déficit de vitaminas o minerales y el seguimiento de ‘dietas milagro’ inciden directamente en la cantidad y la fuerza de nuestro pelo”.
Y es que el cabello está compuesto principalmente por queratina, una proteína que para formarse necesita vitaminas y minerales que debemos aportar al organismo diariamente mediante nuestra alimentación. Es imprescindible seguir una dieta rica en frutas y verduras para que el folículo del cabello crezca fuerte y resistente.
Varios expertos en nutrición desvelan qué alimentos influyen directamente en la fuerza, la cantidad y el brillo del pelo.
Adiós dietas. “Es importante evitar dietas excluyentes de alimentos o muy bajas en calorías, y no sufrir cambios bruscos de peso en poco tiempo”, añaden los expertos de Medicadiet.
Vitaminas y minerales. Los micronutrientes que más afectan al mantenimiento del cabello son vitaminas como la biotina y minerales como el cobre, el selenio y el zinc. Debemos cuidar su aporte mediante la alimentación. Para tener un cabello sano debemos seguir una dieta rica en frutas y verduras–preferiblemente crudas y frescas, para que no pierdan ninguna propiedad– y estar bien hidratadas.
Ácido fólico y las B´s. “Las verduras de hoja verde, cereales y frutos secos nos proporcionan el ácido fólico necesario para que nuestro pelo brille y tenga elasticidad. Igual que la vitamina B12, presente en carnes, huevos y productos lácteos. Las vitaminas B6, B12 y biotina, encontrada en huevos, salmón, plátano y espinaca (ayudan a fortalecer a capa externa del cabello, llamada la cutícula).
Milagroso zinc. El zinc es un mineral muy importante que enriquece nuestra dieta y participa en la síntesis de queratina. Lo podemos encontrar en pescados y mariscos en grandes cantidades. También en las nueces, los huevos, el germen de trigo y las legumbres.
Agua. Acompaña la dieta de una buena hidratación, ya que el cabello tiene una gran proporción de agua, por lo que debemos beber unos dos litros de agua al día. Esto nos ayudará a eliminar impurezas.
Dieta variada. Lo más recomendable para el buen desarrollo capilar es llevar una alimentación variada, haciendo al menos 5 comidas al día, e incluyendo todos los grupos de alimentos. Son especialmente importantes las proteínas de alto valor biológico que encontramos en el huevo, las carnes y los pescados.
Más brillo. Un cabello sin brillo se puede deber a la falta de vitaminas o minerales o algún problema de absorción de nutrientes. Para saber la razón exacta, lo aconsejable es realizar una analítica de sangre en la que se midan estos parámetros”, aconsen en Medicadiet.
Si tienes un déficit de vitaminas y minerales, mejorarás el estado del pelo consumiendo alimentos ricos en nutrientes.
¿Cabello graso? Cuando la seborrea es fruto de una alteración interna de nutrientes, el exceso de grasa se puede reducir consumiendo algunos tipos de alimentos. El más importante es el azufre, un mineral que tiene acción antiseborreica y se encuentra en cereales integrales, coles, repollo, coliflor y levadura de cerveza, explican en Medicadiet.
El aporte de grasa insaturada en la dieta (aceite de oliva, aceitunas, aguacates, frutos secos), mejora la hidratación de la dermis, evitando el exceso de grasa por deshidratación. Si se tiene el pelo muy graso hay que tener especial cuidado con alimentos ricos en grasas saturadas y no consumir muchos alimentos fritos ni fast food.
Otras razones. Pero, ¿qué si te alimentas de manera saludable y tu cabello se sigue viendo mal? El estrés, las hormonas o algunas condiciones médicas pueden ser culpables. El estrés crónico afecta las glándulas adrenales, que producen hormonas masculinas y pueden llevar a la pérdida de cabello temporal en las mujeres.
Hablando de hormonas. Las hormonas masculinas son malas; las femeninas son buenas. El ejemplo más claro es el embarazo, cuando los niveles de hormonas femeninas (progesterona y estrógeno) invaden tu organismo, regalándote una melena saludable y llena. Esas hormonas disminuyen después de tener el bebé, y con eso, una cantidad alarmante de cabello se cae. Del 90 al 100% del cabello crecerá nuevamente, pero tardará unos meses. Otro culpable posible puede ser un problema médico que afecta tus niveles hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico o la tiroides inactiva.
Mitos y leyendas
¿Cuántas veces te han dicho con completa certeza que lavarte el pelo a diario puede acentuar la caída? Ésta y otras afirmaciones sobre el cabello no son verdaderas. Aquí las desmentimos.
FALSO Teñir el pelo durante el embarazo puede ser dañino para el bebé. Los productos químicos que tiñen el cabello actúan solo a nivel exterior.
FALSO Fumar mucho produce canas. Las canas aparecen por la falta de pigmentación, algo muy variable según la persona y que no depende del tabaco.
FALSO Para evitar que se caiga el cabello hay que lavarlo menos. Hay que adecuar los champús a cada persona pero el pelo se puede lavar a diario.
VERDADERO No es bueno utilizar planchas y rizadores a diario. Aunque estas herramientas y los materiales de sus materiales han evolucionado mucho, su uso excesivo puede deteriorar el pelo, resecándolo.
VERDADERO Para que la mascarilla funcione hay que dejarla actuar un mínimo de tres minutos. El tiempo ideal serían cinco minutos pero para que pueda funcionar correctamente, además, hay que eliminar el exceso de humedad con una toalla.
FALSO Cortar el pelo a menudo hace que crezca más rápidamente, pero es aconsejable cortarlo a menudo (más o menos cada seis semanas) en el caso de cabellos largos para sanear. Así sí que crecerá más sano pero no más rápido.
FALSO Teñir el pelo siempre es sinónimo de estropearlo. Siempre dependerá del producto y de la técnica utilizada.
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