El especialista explicó que una caloría cumple la misma función a cualquier hora del día, es decir asimila energía para que las células de nuestro organismo mantengan sus funciones básicas.
Por tanto, mientras dormimos nuestro cuerpo sigue funcionando pero a un ritmo más lento. “Si no tuviéramos calorías, le exigiríamos demasiado a nuestro cuerpo para sostener sus funciones vitales.
Es por eso que cada tres o cuatro horas nuestro cuerpo siente hambre. Las consecuencias de no comer serían contraproducentes y terminaríamos enfermándonos”, precisó.
Por ello recalcó que una persona debe consumir cinco comidas al día (tres principales y dos pequeñas meriendas). A continuación algunas recomendaciones:
* No comer muy tarde. Ingerir alimentos a una hora prudente, de esta manera se podrá descansar un par de horas antes de irse a dormir.
* Consumir alimentos saludables. Procurar que la dieta nocturna contenga una mayor cantidad de alimentos ligeros y bajos en calorías (ensaladas, frutas, cereales, infusiones).
* Evitar los carbohidratos. Tratar de consumir en menos cantidad pan, arroz y fideos, ya que estos dan un aporte alto de calorías y puede que estas no sean quemadas en su totalidad, convirtiéndose en grasa y a la larga, en sobrepeso.
* Evitar las grasas. También se debe evitar los condimentos fuertes, el licor, las gaseosas y el café en exceso, sobre todo si las personas mayores y adoleces de problemas gástricos.
* Elegir porciones pequeñas. Por las noches se puede comer dos platos, pero no en exceso.
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