¿La razón? Una vez abierto, el protector solar ha estado expuesto al aire y éste altera absolutamente el pH del producto, modificando así sus características entre ellas su factor de protección solar (FPS). "Ha sido llevado a la playa, ha sido llevado a la piscina, es dejado abierto, ya ese protector solar es expuesto al aire, cambio de pH, riesgo de infectarse con hongos que es lo más habitual y, por lo tanto, más que un beneficio, va a ser un daño", aseguró la especialista.
En caso de que el protector solar no haya sido abierto, la doctora Valenzuela señaló que es importante regirse por la fecha de expiración del producto que debería estar indicada en el envase.
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