Estos sistemas son muy útiles si pasamos mucho tiempo fuera de casa y, aunque no hacen que las casas sean inviolables, sí brindan mayor seguridad y confianza. Según abcpedia.com, la probabilidad de que los delincuentes entren a casas protegidas con un sistema de seguridad es tres veces menor que en aquellas que no poseen ningún tipo de alarma.
El funcionamiento es simple: la alarma emite un sonido cuando algún extraño intenta acceder a la vivienda de forma violenta, así se consigue ahuyentar al intruso y llamar la atención de los vecinos para que alerten a la entidad del orden.
Existen sistemas básicos y los que están conectados a una plataforma de alarmas. Estas últimas envían señales de alerta a una agencia privada de seguridad o a la Policía. Cuando utilizamos este sistema, si se activa la alarma en nuestro domicilio, inmediatamente el dispositivo se pone en contacto con la central, la cual enviará a la Policía o a su propia patrulla de vigilantes privados.
Puertas y ventanas
Los sensores son interruptores magnéticos acoplados a puertas y ventanas que detectan la entrada de delincuentes. Si eso pasa, el sensor envía una señal por radio frecuencia a una central.
Movimiento y sonido
Otros sensores captan los movimientos. Son fáciles de instalar, pues son inalámbricos. Los de sonido captan los ruidos fuertes y los infrarrojos detectan a los extraños por el calor corporal que desprenden.
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