martes, 1 de agosto de 2017

Los 5 errores “make up” más comunes y cómo solucionarlos



No importa la destreza que tengas maquillándote… A todas nos ha pasado: el rímel nos ha estropeado toda la sombra de ojos, hemos intentado perfilar los labios y hemos acabado pareciendo un payaso, nos hemos pasado con el colorete, o con el corrector y un largo etcétera. El mundo del maquillaje es complejo.

Lo peor de todo es que el error fatal siempre llega cuando menos lo esperas… Cuando estás a punto de acabar tu obra maestra, y aunque hayas tardado más que en construirla que la misma Sagrada Familia, tienes que volver a empezar de cero. Para que esto no te ocurra nunca más, o casi nunca, te presentamos los 5 errores más comunes de maquillaje y la mejor forma de solucionarlos:

Mirada felina:

Esa mirada gatuna que tantas pasiones despierta, y que tanto cuesta de conseguir. El eye liner puede convertirse en tu peor enemigo.

La solución: Empapa un bastoncillo en líquido desmaquillante y pásalo cuidadosamente por la zona que quieres igualar. Gracias a esta improvisada técnica, conseguirás una línea recta e igual en ambos ojos; además, no echarás por tierra el resto de maquillaje.

Rímel traicionero:

Una de dos, o te quedan marcas de la máscara de pestañas en los párpados, o aún peor: estás en el último paso, algo se tuerce y te das en el ojo con el rímel, intentas no llorar, que no caiga esa maldita lagrimilla que dejará tus mejillas con un surco negro, pero sucede lo peor, y el daño ya está hecho.

La solución: ¡Usa el corrector! En vez de borrar todo tu maquillaje, aplica corrector sólo en la zona donde sea necesario. Las manchas negras desaparecerán más rápido que en lo que canta un gallo, y sin perder nada de tiempo. Luego, aplica cuidadosamente polvos con color para dar el último toque y ¡lista!

Pintalabios demasiado resistentes:

Cuando de verdad encuentras un producto que te ofrece lo que prometía “larga duración” te enfadas y quisieras no haberte cruzado con él en tu camino. Hay barras de labios tan intensas que no se quitan ni con aguarrás, por eso, mucho ojo cuando uses una de estas.

La solución: El bálsamo de labios será tu mejor aliado. Aplícatelo sobre el color que no consigues eliminar y ve dando pasadas con un pañuelito hasta que logres volver a tu tono natural. Antes de volverte a pintar los labios, hidrátalos bien para que no aparezcan esas temidas y poco favorecedoras escamas.

Te has pasado con el colorete:

Empiezas con la brocha y te emocionas, tanto, que acaba pareciendo que has salido de una sesión de tres horas de rayos uva, y en el mundo del maquillaje no hay efecto más feo que ese.

La solución: No uses toallitas desmaquillantes si no quieres perder todo lo que habías avanzado. Usa una brocha limpia y aplica polvos sueltos translúcidos sobre el desaguisado. En caso de no tener una brocha limpia, también puedes usar una esponjita de maquillaje, que recogerá el producto sobrante.

Purpurina y más purpurina:

Si la aplicas bien consigues un efecto precioso y llamativo, pero hay un 90% de posibilidades de que te pases, y acabes con purpurina por toda la cara durante una semana.

La solución: Aplica un poquito de crema sobre la zona afectada, así con una esponjita humedecida podrás recoger el glitter sobrante.



EL ORDEN PERFECTO

PARA APLICAR EL MAQUILLAJE

Aquí lo de “el orden de los factores no altera el producto” no se puede aplicar, y es que el modo en el que te maquillas es toda una ciencia. Y por ello, hay unas reglas que no puedes olvidar, con determinados productos que se usan antes y otros después. ¿Quieres descubrir cuáles son los pasos más adecuados para maquillarte? Toma nota, y, ante todo, recuerda que el orden cuenta ¡y mucho!

¿Pensabas que lo más lógico era empezar por la base de maquillaje? ¡Error de principiante! Sí, es cierto que el 90% de las mortales lo hacemos así, pero, seguro que más de una vez al pintarte los ojos (sobre todo haciéndote los famosos ojos de gata o los ahumados) has emborronado parte de la piel y has tenido que volver a empezar de cero.

¿Cuál es la mejor solución? Muy sencillo, que el primer paso en tu rutina sean los ojos, así te asegurarás no tener que aplicar por partida doble el corrector, la base… ¡Ahorrarás en tiempo y productos!

Para potenciar tu mirada: El orden aquí también cuenta. Lo ideal sería empezar con la sombra de ojos, a continuación, aplica el eye liner y para acabar, la máscara de pestañas. Puedes hacer una pequeña modificación, ya que si no tienes muy buen pulso es mejor que empieces por el lápiz de ojos y luego lo difumines con la sombra de ojos. El rimmel es el último paso, ya que así no se pegarán a tus pestañas grumos ni partículas de las sombras de ojos.

Después, ya puedes seguir con tu rutina make up habitual: Primero aplica la base de maquillaje y, a continuación, para acabar de perfeccionar las zonas más conflictivas sírvete del corrector. Finalmente, usa los polvos bronceadores para colorear las áreas que más baña el sol: los pómulos, la frente, y la línea de la nariz ¡Estarás perfecta sin perder nada de tiempo!

Para los labios: Es mejor que sean el toque final, de este modo conseguirás que se mantengan perfectos durante más horas. También hay unos pasos imprescindibles que debes seguir: lo más importante es que no olvides que el lápiz de labios debe ser siempre lo primero, ya que te ayudará a definir y contornear la forma de tus labios. Luego, podrás aplicar el color que más te guste, así el resultado será mucho más profesional.

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