sábado, 4 de marzo de 2017

Carnaval de Fantasía




El Carnaval despierta tu coquetería, ya sea para asistir a una entrada folklórica o para una fiesta, y por ello quieres lucir fenomenal. De eso sabe la maquillista Cynthia Quiñovel, formada en la escuela Kryolan de Buenos Aires, quien propone la fantasía con brillo, color y elegancia. “Para eventos folklóricos se utilizarán siempre tonos que tengan armonía con el traje que se usa. Eso es muy importante para evitar contrastes”, dice la profesional.

También hace énfasis en el brillo. Las lentejuelas y la pedrería acompañan los colores vivos, llamativos y que dan un toque alegre. Aunque bien usado, el negro puede jugar a favor. “Hay que salir de lo común y potenciar las facciones de la persona”.

Para una segunda propuesta de maquillaje, pensada en una fiesta entre amigos, la creadora sugiere buscar un elemento de inspiración.

Ella lo hace y encuentra su patrón en el garbo de un cisne. Sea uno u otro estilo de maquillaje, todo comienza con la preparación de la piel.

Foto: Verónica Avendaño

Los pinceles dan toques y retoques para un cutis uniforme, donde los ojos son satinados y protagonistas, unos con pestañas postizas, otros con plumas que emergen desde las esquinas para dar una sensación de pestañas infartantes. “En un maquillaje de fantasía podemos dar rienda suelta a la creatividad. En este caso perfilo el rostro con líneas marcadas para crear profundidades”, por ejemplo resaltando los pómulos.

Una vez diseñados los contornos se aplica un sellador de maquillaje para que no se corran los cosméticos aplicados como la base. “Las cremas indelebles y polvos selladores ayudan mucho porque al bailar se transpira y es necesario que el maquillaje se mantenga prolijo por horas. Es importante considerar el tipo de piel; si es grasa o seca, además de otros factores como el clima”.

Los trazos y colores para estos festejos son llamativos porque hay que tomar en cuenta que las bailarinas deben destacar sus rasgos y miradas.

“La persona está a cinco metros del público, por ello se debe enmarcar ojos y cejas”. Así que prepárate para deslumbrar.

Foto: Verónica Avendaño

Piel de porcelana

La piel del rostro es el lienzo en el que se plasma el maquillaje, por ello debe lucir perfecta. Para este fin, antes de aplicar una base se debe tener el rostro limpio e hidratado. No importa si la base es líquida o cremosa, lo que cuenta es que sea del mismo tono de la piel de quien la usa. Ésta debe ser esparcida homogéneamente con ayuda de pinceles especiales.

Labios marcados

Si bien los ojos son los protagonistas, los labios no pueden descuidarse. Eso sí, sin competir con la mirada. En este tipo de maquillaje se aplican tonos vino tinto con negros, dando dos texturas de color que combinan con el atuendo que lleva la modelo. Para una boca perfecta es importante delinear el contorno para que luzcan bien marcados los labios.

Mirada inolvidable

Un proverbio dice que los ojos son el espejo del alma y para el maquillaje también son muy importantes, porque ellos destacan en el rostro. Bajo esta premisa, los maquillajes de fantasía concentran colores vivos en los párpados, donde se intercalan entre tres o más sombras. Los tonos satinados y brillosos son los que más resaltan cuando van con delineados oscuros.

Todo en su lugar

Los fijadores de maquillaje son ideales para que los cosméticos se conserven pese a la exposición al calor.

Decorado resistente

Para pegar los apliques debes usar un adhesivo especial que puedes comprar en tiendas cosméticas o de disfraces. Puedes usar pegamento de pestañas, pero nunca otro tipo.

Resistencia al calor

El sudor puede hacer que el maquillaje se corra y manche. El rímel es uno de los productos que más se corre, por ello aplica una fórmula a prueba de agua.

Cuidados para la piel

Los productos deben ser cosméticos de buena calidad e hipoalergénicos para evitar irritaciones en los ojos o el cutis.

Fotos: Verónica Avendaño. Maquillaje: Cynthia Quiñovel (Milton Félix, plaza Abaroa). Peinados: Fernando Quiñovel (Av. Montenegro, bloque J 13). Modelos: Ana Sepúlveda Muñoz y Helen Petrova de Guillén.



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