domingo, 5 de febrero de 2017

Ejercicios para las ojeras

Todos hemos pasado alguna noche en nuestra vida sin poder dormir y uno de los efectos físicos de esta situación se manifiesta en nuestro cuerpo, sobre todo en los músculos que rodean los ojos, ya que se ven oscurecidos, sueltos y faltos de vitalidad.

Aprendí muchos ejercicios “para vitalizar y restaurar los músculos del rostro y del cuello” por una situación que pasé hace un par de años y creo que, después de todo fue una bendición, pues aprendí a rejuvenecer sectores de mi piel que estaban descuidados o que carecían de vitalidad o de su belleza natural.

Aprendí a utilizar los dedos como “pesas” para los pequeños músculos del rostro y del cuello y logré restaurar en mi cuerpo el movimiento de muchos pequeños músculos que creí en su momento no los volvería a mover más, muchos de estos conocimientos me los enseñó mi amiga Silvana Manríquez, fisioterapeuta eficaz, y mi amigo el Dr. Arturo Arancibia, acupunturista eficiente y muy profesional.

Ahora que ya sabe de dónde provienen estos pequeños conocimientos, vamos al ejercicio con el que podrá disminuir sus ojeras notoriamente hasta que pueda quedar contento con su apariencia, por lo menos de esa parte facial de su persona.

Utilizando sus dos dedos índices y apoyándolos a dos centímetros por debajo de sus ojos proceda a abrir su boca y a levantar su nariz lo mejor que pueda, debe hacer tres series de diez las veces que quiera en el curso del día.

Debe hacerlo frente al espejo para que vaya observando las mejoras que se van produciendo en la forma y en la vitalidad de esos pequeños músculos y de lo bien que se irá viendo cuando esos ejercicios se vuelvan regulares en caso de decidirlo y de tomar en serio este pequeño y amoroso consejo.

En caso de tener los “cachetes” caídos puede utilizar una variante del ejercicio para disminuir las ojeras que consiste en poner dos dedos de cada mano en la parte baja de sus “cachetes” y proceder a realizar sus series de treinta ejercicios varias veces al día tratando de tener orden y disciplina en su ejercitación.

Este segundo ejercicio se debe hacer de la siguiente forma para que se lo entienda a cabalidad: Los músculos de los pómulos en su parte baja se caen por falta de ejercicio y ninguna crema puede reemplazar al ejercicio y a los nutrientes sanguíneos para dar vitalidad a un grupo de músculos y tejidos que han disminuido su vitalidad, por lo tanto, ponga dos dedos de cada mano en la parte baja de sus “cachetes” y haga los ejercicios abriendo la boca y levantando la nariz por la cantidad de veces que lo dije anteriormente y si pudiera sacarse una fotografía antes y después podrá observar lo eficaz del ejercicio y cómo su rostro se rapara y se embellece.

Palabras del autor: “Las personas con verdadera calidad piensan y obran con verdadera calidad”.

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