jueves, 29 de diciembre de 2016

¿Qué le pasa a mis uñas?



Movemos las manos cada vez que hablamos, son nuestra carta de presentación en cualquier encuentro, por eso preservarlas y mimar las uñas debe convertirse en obligación para no tener que lamentar.

La edad, la exposición al sol o lo cambios hormonales son factores determinantes de su deterioro, sin embargo, los especialistas en dermatología hacen hincapié en una alimentación donde prime el pescado azul, los lácteos y el aceite de oliva y, sobre todo, en el uso de lacas no agresivas que las dañen.

Uñas quebradizas

“Antiestéticas, las uñas quebradizas y escamadas son uno de los mayores dolores de cabeza para muchas mujeres”, dice Berenice Espejo, educador de la firma nortemericana de esmaltes Orly, quienes recomiendan el aceite de oliva para aplicar sobre manos y pies, con el fin de reforzarlas.

“Nuestra manera de comer, lo que ingerimos, puede contraer riesgos para la salud, de hecho el estado de nuestras uñas puede ser un síntoma o bien ayudarnos a mejorarla. Sin embargo, la exposición a los químicos presentes en algunos productos de limpieza o esmaltes, son mucho peor”, señala Espejo.

Hongos, afecciones específicas de la piel o el contacto con ciertos productos de limpieza hacen que esta parte de nuestro cuerpo sufra las consecuencias.

Todo ello contribuye a que las uñas cambien su forma, el color, su textura y superficie volviéndose frágiles y quebradizas. Nutrir las uñas es uno de los objetivos.

Restaurar la zona dañada

Antes de tratar las uñas, los especialistas consideran indispensable pulirlas suavemente e insistir especialmente en la zona más dañada. Es ideal masajear las cutículas y uñas con movimientos circulares para favorecer un crecimiento sano y fuerte.

Hacer deporte tonifica el cuerpo y libera la mente, pero en ese espacio ¿qué le pasa a manos y pies? Elena Comes, responsable de Le Petit Salon asegura que son mucho los tratamientos que realizan a las “fitgirls” con manos y pies “ajados” debido a los entrenamientos.

“Cuando hacemos deporte las manos se vuelven más ásperas y necesitan un ‘chute de hidratación’ en clave XXL. Pero, si queremos prevenir o ralentizar la aparición de durezas, lo ideal es utilizar guantes y esponjas siempre que hagamos ejercicios en los que intervengan las manos”, explica Comes.

Aceite de oliva

Uno de los trucos que propone la esteticista es “meter las manos en aceite de oliva durante unos minutos. El de almendras o el de jojoba también serviría” y, como colofón, una crema con manteca.

En las uñas de los pies se dibujan a veces manchitas blancas “consecuencia de los golpecitos que sufren por la presión de la zapatilla deportiva. Lo único que podemos hacer que es esperar a que la uña crezca para cortarla”, concluye Comes.

Weleda propone una crema de manos y un aceite regenerador de granada para una regeneración efectiva de la piel, las cutículas y la nutrición de las uñas, “porque unas manos mal cuidadas revelan, como el rostro, nuestra verdadera edad”, dicen desde la firma.

Los cambios de temperatura, la exposición al frío, el contacto con productos químicos y la exposición a las radiaciones solares, son factores que pueden provocar graves problemas como alergias, irritación, infecciones y el envejecimiento prematuro de las manos.

De las semillas de la granada se extrae un aceite muy rico en ácidos grasos esenciales y vitaminas que regenera la piel y las cutículas se benefician de ello.

La nutricosmética también nos ayuda a dar fuerza y calidad a nuestras uñas, especialmente después del verano.


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