viernes, 9 de septiembre de 2016

6 errores de maquillaje que estás cometiendo



Llega la noche y es momento de maquillarte. Tienes todos las brochas y pinceles y los productos más caros de belleza para lograr un maquillaje perfecto, que saque a relucir toda tu belleza. Y, a pesar que te esmeras y te pasas media hora frente al espejo, el resultado no es lo que esperas (no es ese de las celebrities de alfombra roja o de la blogger o youtuber que lo ha recreado en el tutorial de cinco minutos). Te preguntas, ¿en qué te estás equivocando?

Probablemente estés cometiendo errores de maquillaje que desconoces o que no los asumes como tales, pues únicamente los ve el ojo experto. ¿Qué hacer? En M te damos las soluciones repasando esos detalles que en muchas ocasiones resultan ser lecciones básicas que nunca más dejarás pasar.

Toma nota de estos errores y no vuelvas a salir de casa con un maquillaje que no logra su cometido (embellecer) o que, peor aún, te aumenta años.

No elegir la base adecuada

A la hora de elegir el tono se comenten muchos errores. ¿Qué mujer no nunca ha fallado al elegir el tono y terminó con un color más oscuro del correspondiente? Pero no es solo el tono es clave, sino también en la fórmula, pues puede que ésta lleve a que la base se cuartee, nos dé grasa o saque brillos. Es por ello que buscar una base de maquillaje que sea la perfecta para nuestra piel es absolutamente necesario y no habría que dejarse llevar por recomendaciones que pueden inducir a error: que a tu mejor amiga le funcione bien cierta marca, no implica que sea la mejor para ti. Conocer bien el rostro será el primer paso para descubrir cuál será ese maquillaje que lo hará resplandecer. Tampoco abuses de la cantidad, ya que puede resultar en una piel brillosa o con un temido efecto máscara.

No aplicar el blush de manera correcta

Levante la mano quién nunca haya visto unas ‘chapas’ de muñeca, o lo que es lo mismo, dos redondos rosados casi fucsias instalados de manera rotunda en pleno cachete. Para no cometer este espantoso error, el producto (y el gesto) son esenciales. Busca tonos naturales, como rosados, melocotones y terracotas no muy oscuros. Asimismo, evita la concentración del rubor en el centro de las mejillas para extenderlo (mejor con una brocha biselada) a lo largo del pómulo.

Demasiado corrector, demasiado claro

A pesar de que se trata de la herramienta destinada a disimular esas temidas e incómodas imperfecciones y ojeras, debemos ser especialmente cuidadosas con el corrector. Y es que abusar de este producto puede producir que acentuemos líneas de expresión y las propias ojeras. Este suele ser uno de los pasos donde más se suele fallar, porque es muy común no elegir el tono adecuado y aplicar grandes cantidades, pues pensamos que lo cubrirá todo (literalmente). Pero estás equivocada. Para recrear esa piel perfecta, lo mejor es optar por colores que sean exactamente del mismo tono de la piel (y nunca más claro) y aplicarlo a pequeños toques, sin arrastrar el producto, para que se funda perfectamente en el rostro. Requiere más paciencia, eso está claro, pero el resultado es perfecto.

Matificar, matificar y matificar un poco más

Los polvos traslúcidos, ya sean sueltos o compactos, son la herramienta preferida para muchas. Y es que con ellos la base de maquillaje permanece fija más tiempo, los brillos indeseados se mantienen lejos y disimula los temidos y odiados poros. Pero todo poder conlleva una gran responsabilidad y el abuso de los polvos traslúcidos puede arruinar el ‘beauty look’. Este es un error común visto en muchas celebrities como Eva Longoria, Nicole Kidman o Christina Aguilera, que llevan exceso de capas de producto que puede provocar acartonamiento que, combinado con correctores e iluminadores excesivamente claros, da como resultado peque˜õs cortes poco favorecedores en el rostro.

Olvidarse de las cejas

Se dice que las cejas son el marco de la mirada, y en la actualidad mientras más naturales y pobladas mejor, a pesar que sigue habiendo personas que no tienen claro el poder que esta zona (a veces descuidada) puede tener a la hora de transformar el maquillaje. Elige tonos naturales y, por supuesto, nunca negro. Si no, endureceremos mucho nuestras facciones. El color perfecto sería un marrón que lleve algo de ceniza para matizar cualquier tonalidad rojiza. Y que sea de textura no grasa, para no marcar demasiado”, remata.

Cuida tu piel (y tus brochas)

Quizás suene obvio, pero también es un factor que solemos olvidar: de nada sirve querer recrear unos ‘smokey eyes’ impresionantes o pieles de porcelana si el rostro y las brochas empleadas no están sanas y en buen estado.

Es fundamental cuidar, hidratar, exfoliar y ponerle alguna mascarilla a nuestra piel. La limpieza, junto al hábito de desmaquillarnos todas las noches, es esencial. Este, lo creas o no, es uno de los errores más comunes y uno de los factores más importantes para lucir un buen maquillaje, y por supuesto, una piel perfecta.

Por otro lado, el no utilizar las brochas o pinceles correctos en la aplicación del maquillaje hace que queden zonas sin difuminar o algunas más maquilladas que otras. Otro error en cuestión de brochas es no renovar y no limpiar nuestras brochas a menudo, por lo que quedan saturadas de producto y bacterias que luego van a parar a nuestra piel al volver a utilizarlas. Esto, a su vez, afecta la salud de nuestra piel.



No hay comentarios:

Publicar un comentario