La plancha del cabello es una de las armas más valiosas a la hora de dar un cambio de imagen a tu melena. Puede transformar por completo unos rizos exóticos en un cabello totalmente liso, crear unas ondas espectaculares para una gran ocasión o conseguir ese look rizado. Sin embargo, todo ello puede pasar factura si no se utiliza de la manera adecuada.
¿Cerámica, turmalina o titanio?: El desconocimiento puede ser fatal a la hora de utilizar tu plancha del cabello. El primer aspecto que debe considerar es saber de qué material está hecha porque no todos actúan igual. Algunas planchas solo llevan un revestimiento cerámico, mientras que lo más apropiado es que esté compuesta en su totalidad. La turmalina ofrece un acabado duradero y suave gracias a sus propiedades para sellar la humedad, mientras que el titanio también cuenta con una gran durabilidad y se desliza mejor, aunque su precio es más elevado.
Regular la temperatura: Controlar el calor que se aplica sobre el cabello es fundamental ya que el exceso del mismo puede provocar serios daños sobre tu melena. Huye de las planchas que no dispongan de un botón regulador.
Plancha de hierro y cabello húmedo, nunca: La plancha no es un secador y no debe ser utilizado como tal porque emplearla sobre el cabello húmedo puede freír literalmente el cabello.
Si desea un alisado fabuloso, debe secarlo antes y luego aplicar la plancha por el cabello.
Mantenimiento: Como cualquier otra herramienta de belleza la plancha requiere mantenimiento. Su limpieza es fundamental para ampliar su vida útil pero, sobre todo, para cuidar el cabello. Puede eliminar la suciedad de su plancha de hierro en frío con alcohol o, pasándole una toalla húmeda cuando esté aún caliente. No tenga miedo a utilizar esta fantástica herramienta de belleza. Intente evitar estos errores y verá resultados espectaculares.
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