Súper natural
Existen unas cuantas versiones de esta técnica, entre ellas: el balayage bronde (para cabellos oscuros), el californiano, el clásico que imita el efecto del sol sobre los cabellos claros... Pero con todas ellas, si se hace bien, se puede conseguir un resultado muy natural en el que la mecha se funde con nuestra base. El balayage no crea efecto raíz. Lo más bonito de esta técnica es que no se ve dónde empieza la mecha y dónde termina.
Evita el temido efecto ‘paso de cebra’
Es uno de los grandes inconvenientes que tienen las mechas tradicionales con papel de plata: si no se trabajan de forma sutil se termina con un efecto cebra en el que se ven las mechas en forma de rayas. Con la técnica del balayage se trabaja la mecha de forma superficial, solo en los puntos necesarios, por lo que el cabello no se mancha.
El color no se oxida
Es una cuestión química: el calor que deriva del uso del papel de plata acelera la oxidación del cabello, lo que se traduce en un cabello menos sano y una mecha más apagada. Con el balayage la tonalidad no se oxida, las mechas siempre están luminosas y brillantes.
Menos dependencia de la peluquería
Gracias a que no marcan la raíz sino que la difuminan, permiten distanciar la visita al salón para retocar el color, puede ser desde cada dos meses a dos veces al año. En algún caso, a los dos o tres meses se aconseja aplicar un difuminador solar que de forma natural aclara medio tono las raíces sin depositar pigmentos artificiales. Esto permite refrescar el color.
Evita acabar con el cabello totalmente teñido
Las que lleven bastante tiempo haciéndose mechas con papel de plata serán más que conscientes de una realidad: cuando te las has hecho varias veces, el cabello acaba prácticamente teñido en su totalidad, lo que resta naturalidad a la melena y lo aleja del color deseado. Eso con el balayage no pasa ya que se puede elegir dónde, cómo y cuánto se quiere aclarar el cabello y conseguir una melena natural y duradera en el tiempo.
Aporta volumen y movimiento
Sí. El hecho de fundir y difuminar tonos (nunca más de tres si lo que se busca es un resultado natural) permite iluminar colores planos y crear más volumen y textura en cabellos finos por su efecto claroscuro.
Consigue efectos naturales en bases oscuras
Esta técnica también es apta para bases oscuras que quieren luz en su melena. Y no, el resultado dista bastante de unas californianas ya que con el balayage se consigue fundir el color con un degradado sutil.
Vuélcate al balayage
Sí, unas mechas tradicionales se pueden reconvertir con un balayage. Así que tranquila, porque es posible hacer una transición relajada hacia un balayage. Eso sí, deja crecer la raíz antes, o pon una base más oscura (afín al color natural del cabello) y encima comienza a hacer el balayage. Otra alternativa es apostar por utilizar un difuminador solar para suavizar medio tono las raíces, quitando el ‘efecto cebra’ y encaminando el pelo hacia el nuevo estilo. /
‘SUN-KISSED’
Otro de los puntos claves de esta técnica es el hecho de que los diferentes tonos que se utilizan se difuminan y se intensifican en las puntas. ¿El resultado? Una melena que parece aclarada de forma natural por el sol. Aunque durante mucho tiempo amamos las mechas californianas, la realidad es que ahora, aunque exista contraste entre la raíz y la punta, se busca un degradado menos brusco y mucho más inspirador.
BALAYAGE BRONDE
Para las morenas, consigue una fusión de tonos rubios y marrones para crear un efecto de luz tan natural (como Alexa Chung). En este caso, es un resultado a medio camino entre un balayage bronde y unas californianas pero en una declinación más sutil y natural.
RUBIA MUY RUBIA
Amber Heard es rubia, pero lo lleva súper natural. Porque precisamente, tal y como insisten los incondicionales de la técnica de estas mechas (a mano alzada y con pincel), el hecho de hacerlo así permite controlar la mezcla y la aplicación de forma continuada.
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