¿Cuándo comenzar a usar cremas anti aging?

El envejecimiento en la piel se debe a muchos factores, pero uno de ellos (el más importante) es la falta de colágeno y elastina, pues inciden en la aparición de líneas de expresión y arrugas. Cuando las fibras de elastina van desintegrándose, la piel pierde tonicidad y elasticidad. Claro que esto no es lo único que provoca el envejecimiento; factores como los rayos UV, la genética, el estrés, dormir poco, comer mal, la falta de hidratación e incluso las expresiones que hacemos, juegan un papel fundamental en el nacimiento prematuro de arrugas.

Por ello, usar una crema anti aging no depende tanto de tu edad, sino de tu tipo de piel, cómo la tratas y tu estilo de vida. Mucha gente dice que los 30 es la edad recomendable para empezar a usarlas ya que es cuando dejas de producir colágeno. Pero alguien con 25 años, piel seca (que es más propensa a tener arrugas a temprana edad) y que ama tirarse horas al sol, las necesita igual que una mujer de 35 años.

Lo cierto es que no hay una edad específica para comenzar usarlas, lo que si debes tomar en cuenta es que debes cuidarte desde que eres joven. Si desde pequeña lo haces, postergarás el envejecimiento prematuro ya que hay mucha gente que se espera a que salgan sus primeras arrugas o tenerlas muy profundas para comenzar a actuar. Así que no esperes ver milagros si empiezas a los 45 y nunca mimaste tu piel.



20’s. Hidrátala mucho, límpiala y usa bloqueador todos los días. A partir de los 25 puedes usar activos que comiencen a postergar los primeros signos.



30’s. Pierdes mayor colágeno por lo que puedes comenzar a usar productos anti age que tengan Acido Hialurónico y Vitamina C, entre otros.



40’s. De los 40´s en adelante s es ideal usar productos antioxidantes ya que permiten la producción de colágeno. Es posible que a esta edad el tono de tu piel se torne disparejo por lo que debes invertir en productos de renovación celular para afinar el cutis y disminuir la pigmentación.

Recuerda siempre tomarte tiempo para hacer una rutina de belleza completa donde laves tu cara, la hidrates y de vez en cuando te hagas un facial o apliques una mascarilla. Verás que tu piel te lo agradecerá y los signos de envejecimiento postergarán.