jueves, 28 de mayo de 2015

Tendencias en maquillaje para el GRAN PODER

Antes las cholas que bailaban en la Entrada de Jesús del Gran Poder acostumbraban a lucir su belleza natural, sus trajes y sus joyas. Con el tiempo, vieron la necesidad de resaltar su rostro en medio de tanto despliegue de vestuario, por lo que comenzaron a maquillarse de distintas formas: desde la técnica nude, que destaca en las danzas livianas, hasta todo el esplendor de las pestañas postizas, purpurina y los labiales de colores brillantes para las danzas pesadas y las figuras en general.

David Quispe, más conocido como Ila Galán, es un maquillista profesional que se ha especializado en la innovación del look de las bailarinas de las diferentes danzas del Gran Poder.

“Para la festividad es necesario maquillar a las bailarinas más que de costumbre por la ropa, las joyas, las que son recargadas y es preciso el equilibrio. El objetivo del maquillaje es que no solo se luzca la vestimenta, los zapatos o las joyas, también tiene que lucirse el rostro”, asegura Quispe.

Para resaltar los rasgos de la bailarina, el esteticista utiliza una base acorde con el color de la piel de la fraterna, aplica luego el corrector para esconder las impurezas y dar uniformidad, agrega las pestañas adheribles para resaltar la mirada y utiliza un labial en color brillante, pero natural. Con esto se puede participar sin problemas en danzas como la llamerada, antawara, tinkus y otras en las que no hace falta usar maquillaje muy vistoso, para mantener la esencia de esta expresión folklórica.

El maquillaje de fantasía se aplica en figuras y en danzas como caporales y morenada. Quispe señala que se ha puesto de moda la purpurina y los colores intensos; claro, hay que saber cómo utilizarlos para lograr los efectos deseados. “En el caso de las cholas antiguas se utilizan colores más formales, como el negro, azules marinos, dorados y plateados”.

Una de las modelos, Mariela Chinchero Álvarez, baila kullawada por tradición familiar. “Soy la hija mayor de la familia y empecé a bailar en la fraternidad 4 de Octubre”. Ahora es guía en la Poderosa Illimani. “Bastante tiempo vestí de cholita, muy orgullosa de llevar la pollera, es un traje que debe ser muy respetado”, manifiesta Chinchero.

Dafne Suárez lleva 21 años bailando en esta fiesta. “Cada traje es especial, además trabajas por él, representa tu esfuerzo; nadie te paga por bailar en una entrada folklórica: yo lo hago por fe y porque amo la danza y la cultura boliviana y amo expresarlo bailando”.



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