viernes, 13 de marzo de 2015

Los SÍ y NO de la belleza

No! ‘Operes’ con las manos

Aprende a no tocar tus granitos, espinillas, pelos enquistados y demás afecciones en tu piel. Manipular con las manos estas pequeñas afecciones es uno de los mayores errores que cometemos (y pueden llegar a dejar marcas y pequeñas cicatrices permanentes). A menudo, las manos contienen microbacterias que afectan sobre cualquier pequeña herida abierta o sobre los poros abiertos.

No! Exageres con la exfoliación

“Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Recuerda este dicho a la hora de controlar tu uso con el exfoliante. Los dermatólogos aconsejan aplicarlo una o dos veces por semana según el tipo de piel, y los días en que prescindas de él, hidrata a conciencia las nuevas células. Si exfolias mucho tu piel, eliminas sus barreras de protección y, en lugar de eliminar toxinas, estarás abriendo la puerta a nuevas infecciones.

No! Limpiesa en exceso

Limpiar la piel debería ser una rutina básica para todos, el problema está en los productos que utilizamos y la frecuencia con la que lo hacemos. A pesar de que la piel es un órgano delicado, muchas tienden a usar jabones muy fuertes que eliminan los aceites naturales del cuerpo y alteran el pH de la piel. El exceso de lavado acaba provocando sequedad y agrietamiento, y puede llegar a producir infecciones como eccemas o acentuar signos de envejecimiento, como pequeñas arrugas y líneas de expresión.

Sí! Usa limpiadores sin jabón

La piel del rostro es especialmente sensible y, al estar siempre en contacto con agentes externos como los cambios de temperaturas o los rayos del sol, requiere un cuidado especial. Entre ellos, una limpieza específica. Usa limpiadores que no contengan jabón, ya que son más amables.

Sí! Usa leches limpiadoras

Lo bueno de este tipo de productos, es que además de limpiar en profundidad, eliminando maquillaje y suciedad, sus fórmulas también son hidratantes y nutrientes. Se recomienda complementar las leches limpiadoras con un tónico.

Sí! En primavera, limpieza

Las estaciones de transición nos sirven para preparar la piel, y una buena preparación pasa por una buena limpieza.

Factores externos como la contaminación ambiental e internos como el estrés, hacen que nuestra piel pierda su vitalidad, por eso limpiar el cutis es tan importante durante esta estación.

Sí! En verano, protección

En la estación estival, la atención debería centrarse en la protección de los rayos de sol. El protector solar ideal, además de tener un factor de protección alto, ayudará si contiene antioxidantes. Dada la alta humedad que hay en el aire durante el verano, es recomendable que la textura de los protectores sea ligera.

Sí! En otoño, exfoliación

Durante los meses de otoño deberíamos reparar la piel de los posibles daños que haya podido causarnos el sol durante el verano, y una buena exfoliación es el primer paso a seguir. En invierno, no olvides hidratar la piel de manera profunda.

No! No dejes de mimar el contorno de ojos

Hay acciones tan habituales como aplicar el delineador, desmaquillarse o depilarse las cejas que pueden generar efectos no deseados en el contorno de ojos, sobre todo a largo plazo. Esta zona es especialmente delicada, la piel es muy fina y más frágil, así que si la tratamos con agresividad, los efectos del desgaste de las fibras de colágeno y elastina serán más visibles que en otras partes del rostro.

Sí! Trata las zonas sensibles

Las zonas sensibles merecen un cuidado especial, y el contorno de ojos, sin duda es una de ellas. Hay muchos productos en el mercado, que tratan uno o diversos problemas relacionados con esta delicada zona. Siempre deben aplicarse a pequeños toquecitos con el dedo anular, ya que es el que menos fuerza tiene. Una buena crema para el contorno de ojos es esencial en tu rutina beauty.

Nunca! Tomes sol sin protección

Tan solo 20 minutos de sol al día son suficientes para obtener la dosis de vitamina D que nuestro cuerpo necesita, así que toda sobre exposición sin crema protectora es una auténtica negligencia. Y no nos referimos solamente a esos días de piscina, sino a aquellos momentos en que nos exponemos a los rayos del sol desempeñando otras actividades y olvidamos proteger nuestra piel. Cuando practiques deporte al aire libre o incluso cuando vayas a pasear, usa protector solar. Hay muchas fórmulas, a día de hoy existen los oil-free o los de rápida absorción, maquillaje con SPF… así que no hay excusa!

Para que tu protección solar no resulte incómoda, pegajosa y, en definitiva, esté llamada a que la ignores, lo mejor es buscar fórmulas ligeras, de rápida absorción y de fácil aplicación.

Sí! Usa maquillaje con SPF

Otra forma de asegurar la protección solar facial durante el verano es comprar un maquillaje que contenga SPF. Eso sí, como ocurre con los protectores solares convencionales, los efectos duran alrededor de dos horas, así que tendrás que aplicarte de nuevo el producto si quieres que tu piel esté segura.

No! Fumes!

Si además del dinero o del riesgo para tu salud, te faltaban motivos, anota este: envejecimiento prematuro. El tabaco provoca manchas en la piel, supone una dosis extra de toxinas pasando peligrosamente cerca de tus poros… Además, incrementa el riesgo de sufrir carcinoma de células escamosas, el segundo cáncer de piel más frecuente de todos. Y bueno si no puedes dejarlo, cuida la piel (aun más). Hidrata la piel e intenta decantarte por productos que contengan antioxidantes.

Sí! Visita a tu dermatólogo

Ante la duda, consulta con expertos. No solo ante manchas o tratamientos específicos; el seguimiento anual ayudará a prevenir cualquier tipo de problema (incluido el cáncer de piel, que se puede tratar y curar, si se detecta a tiempo). Un hecho más importante todavía si tiendes a tener lunares.

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