viernes, 20 de febrero de 2015

Mantén una higiene íntima irreprochable

Las mujeres tienen un ecosistema frágil en su aparato genital que suele ser perturbado por las variaciones hormonales y factores exteriores. Para limitar el desarrollo de infecciones, adopta gestos específicos y cotidianos.
Respeta estas normas elementales

La región genital femenina está protegida por la flora vaginal, la cual posee sus defensas propias. Sin embargo, la falta de higiene y las prácticas erróneas pueden desencadenar diversas afecciones e infecciones. Por eso, debes seguir algunas reglas básicas.
Vestimenta

Debes evitar utilizar prendas aprietas de manera prolongada, ya que favorecen la aparición de microtraumatismos causados por los roces y la transpiración. Se recomienda privilegiar la ropa interior en algodón y no elegir materiales sintéticos porque acentúan la maceración cutánea. Asimismo, no te la dejes puesta más de un día. En casos de sudor abundante, debes cambiarte 2 veces a diario. Toma en cuenta que es fundamental lavar la ropa interior con agua caliente para destruir las eventuales bacterias y prevenir el desarrollo de micosis.

Conducta

Es primordial lavarse las manos con jabón antes de tocarse la región genital. Esto es válido también para tu pareja. Además, desinféctalas con alcohol si has tocado puertas y manillas de baños públicos, ya que existe un alto riesgo de contraer infecciones. No olvides que no te puedes sentar en los retretes ajenos. Asimismo, es importante secarse la vagina con un papel higiénico limpio luego de orinar. Puedes usar toallitas húmedas cuando estás sujeta a las irritaciones. Si te rasuras los vellos púbicos, desinféctate con un producto antiséptico. Finalmente, no te coloques un piercing en tus genitales, ya que es un acto antihigiénico.

Bañarse

Se sugiere bañarse una vez por día, excepto las personas que transpiran en abundancia, las cuales deben realizarse dos aseos cotidianos. Opta preferencialmente por la ducha. Sin embargo, si te gustan los baños en la tina, no sobrepases los 20 minutos, ya que permanecer en el agua caliente ablanda los tejidos cutáneos y deshidrata la piel. Por otro lado, es esencial secarse con una toalla limpia, efectuando movimientos suaves.

Productos

Las mujeres deben cuidar los productos que utilizan para su higiene genital, los cuales tienen que ser adaptados a la fisiología femenina. Es necesario no perturbar la acidez natural de la flora vaginal, ya que tiene sus defensas propias. De esta manera, se aconseja elegir los cosméticos y jabones que tienen un pH neutro. Por otro lado, algunas personas tienen emanaciones desagradables que provienen de la región genital. Sin embargo, no deben recurrir al uso de productos comunes. En este caso, se debe pedir una prescripción médica para limitar el desarrollo de rojeces, picores, inflamaciones y alergias.

Ducha vaginal

Muchas mujeres recurren a la ducha vaginal, particularmente después de la menstruación para limpiarse en profundidad. Sin embargo, esta práctica puede perturbar la flora vaginal e incrementar la incidencia de infecciones, ya que la región genital interna posee sus propias defensas y no necesita ser lavada. Se sugiere reemplazarla por aseos externos con agua y jabón neutro.

Menstruación

Durante la menstruación, es necesario cambiarse las toallas higiénicas regularmente, ya que favorecen la transpiración y la maceración cutánea. Además, reducen la aeración y acentúan los olores desagradables. Asimismo, las mujeres que utilizan tampones, no deben dejarlo puesto más de 6 horas consecutivas. Antes de sacarlo, es importante lavarse las manos cuidadosamente. También debes efectuar aseos externos cotidianos. Toma en cuenta que se recomienda evitar las relaciones sexuales en el momento de la regla porque estás más sujeta a contraer gérmenes e infecciones.

Relaciones sexuales

La mujer y el hombre deben realizarse una limpieza externa (con agua y jabón) en la región genital antes y después de mantener una relación sexual. Cuando no conoces la conducta sexual de tu pareja, debes utilizar obligatoriamente un condón, ya que te puede contagiar enfermedades y bacterias. Por otro lado, no ejecutes un coito anal y vaginal de manera simultánea sin tomar precauciones higiénicas. Finalmente, se aconseja orinar luego del acto sexual para eliminar los gérmenes. También puedes efectuar nuevamente un aseo exterior del aparato genital.

Médico

Debes acudir a un médico cuando tienes una lesión, micosis o infección genital. Nunca puedes automedicarte, ya que este acto presenta riesgos para tu salud. Asimismo, debes consultar a un ginecólogo si padeces sensaciones dolorosas, quemaduras al orinar, síntomas inflamatorios locales, rojeces, pruritos y granos. Por otro lado, no te preocupes si tienes secreciones vaginales incoloras, ya que corresponden a un proceso fisiológico normal.

Más detalles sobre la flora vaginal

La flora vaginal contiene bacterias, las cuales consisten en microorganismos que protegen la vagina de las infecciones exteriores como la micosis y vaginosis. Su pH es ácido para poder destruir la proliferación de los gérmenes. Este equilibrio bacteriano es frágil y ciertos factores pueden perturbarlo, provocando picores, irritación e inflamación. Entre éstos encontramos el uso de productos agresivos. Por lo tanto, debes evitar los jabones perfumados y elegir unos neutros.

Es imprescindible mantener una higiene íntima adaptada. Sin embargo, no puedes lavarte el interior de tu vagina, ya que esto altera el equilibrio de la flora vaginal y aumenta el riesgo de infecciones. Se recomienda asearse exteriormente 2 veces por día como máximo.

Toma en cuenta que el estrés puede afectar las secreciones hormonales y la flora vaginal. Por esta razón, debes intentar encontrar actividades que te relajen. Asimismo, algunas infecciones se desarrollan luego de la toma de antibióticos, ya que estos medicamentos destruyen todas las bacterias, incluyendo a las buenas. De esta manera, no dudes en pedir consejos a tu médico si te ha prescrito este tipo de tratamiento.

En cuanto a los cambios hormonales provocados por la menstruación, el embarazo y la menopausia, tienen un impacto sobre la modificación del equilibrio de la flora vaginal. Si observas la aparición de infecciones durante estas etapas, debes acudir a un ginecólogo.

Prevención e indicaciones para las infecciones ginecológicas bajas

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F. Andres Sabat

Editor Salud

Las infecciones ginecológicas bajas se manifiestan a través de pérdidas vaginales, afectando a la vulva y vagina. Se observan 3 tipos diferentes:

-Candidiasis o micosis: consiste en el desarrollo anormal de hongos microscópicos debido a un desequilibrio del organismo. Entre sus principales causantes, encontramos la diabetes, embarazo, algunos tratamientos antibióticos y contracepción oral.

-Vaginosis bacteriana: esta infección se produce cuando se rompe el equilibrio normal de las bacterias que componen la flora vaginal, lo que acarrea una multiplicación de gérmenes patógenos.

-Infecciones de transmisión sexual (ITS): se contraen durante un coito no protegido, debido a un microorganismo presente en el aparato genital de la pareja. Asimismo, los gérmenes pueden transmitirse por la práctica de sexo oral o anal.

Los síntomas de las infecciones ginecológicas bajas consisten en abundantes pérdidas vaginales coloridas. Éstas pueden ser olorosas en algunas mujeres. Además, es posible observar una irritación de la vulva y de la vagina. En la mayoría de los casos, se acompañan por picores y eventuales dolores durante la relación sexual con penetración. Toma en cuenta que estas infecciones pueden recidivar y tener consecuencias psicológicas, emocionales y sexuales. Por otro lado, se suelen agravar cuando no son tratadas. Su expansión llega hasta el cuello uterino, útero y trompas de Falopio, convirtiéndose en infecciones ginecológicas altas, ya que la invasión bacteriana alcanza la parte superior del tracto genital. Por estas razones, es necesario realizar un diagnóstico preciso, el cual se efectúa con un médico general o ginecólogo. Los exámenes principales son los análisis sanguíneos y de las secreciones vaginales.

Una vez que el diagnóstico está establecido, la paciente puede iniciar su proceso de curación. En caso de micosis, se prescriben azoles típicos en crema u óvulos vaginales durante 7 días como mínimo. En cuanto a la vaginosis bacteriana, se necesita un tratamiento oral o aplicar una medicina sobre la zona afectada. Finalmente, las ITS requieren la ingesta de medicamentos tanto para la mujer como para su pareja sexual.

Es relevante destacar que las mujeres de todas las edades tienen que adoptar ciertas normas de higiene íntima. De esta manera, las madres deben realizar un aseo exterior de la región genital de su hija durante la infancia y explicarle las razones por las cuales es importante mantenerla limpia. Luego, en la adolescencia, el organismo empieza a secretar hormonas. Algunas zonas cerebrales (hipotálamo e hipófisis) se activan y estimulan los ovarios. Estas glándulas femeninas segregan los estrógenos y progesterona. Por esta razón, aparecen secreciones y pérdidas vaginales abundantes. Es fundamental efectuar una limpieza externa diaria del aparato genital y respetar algunas medidas de prevención, lo que contribuye también a reducir la incidencia de las infecciones ginecológicas bajas.


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