Además, cuando las altas temperaturas arrecian, lo mejor es buscar un estilismo que, sin dejar de ser favorecedor, ayude a retirar un poco el cabello para poder soportar el calor mejor, sin dejar de estar estupenda.
El desenfado del efecto mojado
Una de las grandes ventajas del efecto mojado es que se trata de un estilismo desenfadado muy sencillo y fácil de mantener. Incluso las mujeres con cabellos con tendencia a encresparse encontraron en este peinado una buena opción para lucir impecables. Y aunque parezca poco elaborado, conseguir un efecto mojado adecuado requiere dedicación.
“Lo ideal es aplicar una mascarilla que ayude a alisar y nutrir bien el cabello, y peinarlo hacia atrás con un peine, mejor de madera de cerdas anchas”, recomienda el estilista embajador de TRESemmé en España, Anthony Llobet. Echar una gotitas de aceite es imprescindible, así como volver a peinar, para que el producto se distribuya correctamente por todo el pelo.
Para la estilista Ángela Navarro, el efecto mojado es una opción ‘perfecta’ para cabellos cortos y medias melenas que quieran dar un toque de ‘sofisticación’ a la imagen.
Trenzas y moños nunca fallan
Hace tiempo que las trenzas dejaron de evocar a Pippi Calzaslargas y se convirtieron en un acierto. Actrices como Blake Lively o Scarlett Johansson han popularizado el uso de estos peinados sobre la alfombra roja. Existen numerosos estilos, todos aptos para el día a día.
Ya sean de raíz, en un recogido, en un lateral o tirolesas, a modo de corona, las trenzas son una opción que aporta frescura y son bastante cómodas de hacer uno mismo. Incluso la más elaborada trenza espiga tiene sus trucos de elaboración.
Para hacer una trenza espiga lo primero es hacerse la raya, dividir el pelo en dos mechones y llevar el cabello a un lado.
Después hay que coger el mechón más pequeño de una de las mitades y juntarlo con la otra sección de pelo. Hay que repetir este proceso en la otra sección de cabello e ir intercalando mechones de un lado a otro. Para Llobet, no dejar los mechones muy apretados da un aire más desenfadado y ‘casual’.
Moño francés
El atractivo del moño de bailarina no tiene fecha de caducidad, y es posible que la sencillez de su realización tenga algo que ver. La base de este peinado intemporal es una sencilla coleta. Ubicarla a la altura que más favorezca el rostro es fundamental, y lo único que hay que hacer a continuación es realizar un tirabuzón apretado y darle vueltas hasta sujetarse sobre sí mismo con unos clips
Alto, bajo, lateral o con algunos mechones sueltos intencionadamente elaborados, la tendencia de los moños regresó hace unos años para quedarse. Para la firma TRESemmÈ, emplear un ‘bandeau’ o una diadema estilo ‘hippie’ alrededor de la cabeza da un toque más ‘chic’ al peinado.
Cola de caballo, el peinado comodín
Sencilla, clásica y muy cómoda, la cola de caballo es un peinado comodín, la opción más adecuada para sacar de un apuro a la mujer. Solo es necesario cepillar bien el pelo desde la raíz hasta las puntas para dejarlo bien liso, y recogerlo con una goma a la altura que más favorezca.
Si lo que se pretende es darle un aire más estiloso, hacer ondas en el pelo, cardar ligeramente la parte superior o hacerle unas separaciones siempre dar un resultado de cine. Además, reservar un mechón para cubrir la goma dar al peinado un toque más elegante y apropiado para cualquier evento al que se asista.
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