‘Trastorno por uso de internet’y ‘trastorno por juegos de internet’ son algunas patologías incorporadas al Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Se trata del ‘tecnoestrés’, las nuevas fatigas originadas por el uso de la tecnología. Sin embargo, usados con equilibrio, los avances tecnológicos pueden ayudar a un mejor estilo de vida.
La proliferación de las nuevas tecnologías, que han permitido no solo mejoras en la comunicación y el acceso a la información sino también el desarrollo de recursos sicológicos, pueden -sin embargo- provocar adicción o agotamiento con un uso indebido, aseguran los especialistas.
Tres variantes
“En la actualidad se identifica como tecnoestrés a los efectos sicológicos negativos del uso de las tecnologías de la información y la comunicación”, explica la neuróloga Marcela Cohen.
Actualmente, se reconocen tres variantes: ‘tecnoansiedad’, que es una sensación no placentera de tensión y malestar por el uso de tecnología; la ‘tecnofatiga’, que es la aparición del cansancio mental e incapacidad para estructurar y asimilar la nueva información de internet, y la ‘tecnoadicción’, que es la necesidad incontrolable de utilizar la tecnología en todo momento y lugar.
El sicólogo Oliver Silva precisó que ha recibido consultas por el uso excesivo de la tecnología debido a que afectan a las relaciones familiares. “La tecnología facilita muchas cosas, acorta la distancia y rescata relaciones que estaban descuidadas, pero también hay aspectos negativos por el efecto en las relaciones, porque antes se podía ver a las personas y conversar con ellas, pero ahora nos limitamos al contacto virtual”, afirmó.
Agregó que ahora existen muchas situaciones de estrés porque si una persona se olvida del teléfono móvil, puede perder reuniones de negocio y fatigarse por estar incomunicada.
La tecnología genera dependencia, en criterio del profesional, porque se siente la necesidad de sentirse comunicado de manera permanente. “El problema es que en las redes sociales nos exponemos al riesgo, sacamos a relucir nuestra inseguridad y buscamos la aprobación de los demás”, afirmó.
Para el doctor Roberto Ré es posible lograr un uso saludable de las tecnologías fijando, por ejemplo, tiempos de uso, enmarcando su utilización en contextos determinados y poner un límite si uno se siente agotado.
En Santa Cruz, el neurólogo José Cuéllar Núñez dijo que efectivamente ya se habla en el país sobre la nueva patología: tecnoestrés
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