jueves, 24 de abril de 2014

Guía de la higiene íntima

Una buena higiene hace parte de los procesos de autocuidado de la salud femenina y exige una rutina adecuada. Dentro de sus objetivos están la prevención de infecciones, brindar confort y bienestar, además de mejorar la calidad de vida de la mujer.

Existe una amplia gama de enfermedades vulvares, como vulvitis infecciosas causadas por bacterias. Dentro de este grupo están las foliculitis, forúnculos, abscesos, enfermedad de la glándula de Bartholino y las enfermedades de transmisión sexual, según explica la doctora Leyla Bolívar en una entrevista en la revista Fucsia. A continuación te damos consejos prácticos para que te mantengas saludable.

Sensibilidad en área del bikini

Cuando se rasura el área del bikini se produce una sensibilidad e incluso granitos, los ginecólogos explican que esto se debe a que el folículo piloso se daña por la rasurada y luego se sobreinfecta con bacterias de tipo estafilococos. Los síntomas comunes abarcan erupción cutánea, picazón y granos o pústulas localizadas cerca del área genital. Como tratamiento se recomienda la limpieza local con agua y jabón y antisépticos suaves que no modifiquen el pH ácido de la piel, aplicaciones tópicas con polyvidona yodada y antibióticos locales.

¿Tampones todos los días de mi periodo?

Un estudio clínico realizado a mujeres mayores de 18 años en el Instituto Médico de la Piel en São Paulo, Brasil, en abril del 2008, indicó que el uso de tampones no produce irritación dérmica, no aumenta ni potencia la irritación dérmica existente, ni genera sensibilidad o alergias vaginales durante su uso, y por ende, es seguro para ser usado todos los días del periodo.

Jabón íntimo

La vagina tiene sus propios mecanismos de autolimpieza y protección, por lo que el uso de jabones al interior de la vagina no se recomienda como medida rutinaria de higiene. Para el lavado externo de la zona genital. La composición de los productos de higiene íntima debe estar diseñada de forma que garantice una eliminación eficaz de las secreciones fisiológicas de la zona (sudorales, vaginales y uretrales) y restos de suciedad. Es importante que rehidrate la piel, que contenga un pH ligeramente ácido similar al del área vulvoperineal, que tenga dermocompatibilidad con la superficie mucosa donde se va a aplicar.

¿En barra o íntimo?

Las diferencias entre los jabones en barra y los íntimos van desde lo más simple, como la comodidad y el aseo, hasta la prevención de enfermedades. El íntimo está diseñado para el aseo de la zona genital, se usa la cantidad que se necesita, después se cierra para que no haya ninguna clase de contaminación. Las relaciones íntimas, el uso de baños públicos, el sudor, la humedad, las diferentes telas de los pantys, la depilación, y muchos otros factores, hacen que la zona íntima esté expuesta a irritaciones.

Problemas eruptivos

Los problemas eruptivos traducen algún tipo de infección o alergia en los genitales. Se recomienda que la paciente no se autoformule. Es necesario el diagnóstico adecuado por parte del especialista.

CONSEJOS

- Utilizar productos que contengan agentes limpiadores neutros que no alteren el pH de la mucosa genital y no causen irritación ni sequedad.

- Moderar o evitar el uso de desodorantes íntimos. Además de ser potencialmente irritantes y alergénicos, pueden enmascarar un síntoma, el mal olor, que podría ser indicio de una afección que precise tratamiento.

- Evitar las duchas vaginales (salvo prescripción médica) porque pueden eliminar microorganismos necesarios para proteger la vagina y provocar sequedad. Basta con lavar los genitales de manera externa con agua o con un jabón neutro o sin perfume.

- No utilizar una esponja ni nada similar para limpiar la zona genital porque puede resultar un nido de gérmenes. Se deben utilizar los dedos y pasarlos con suavidad por los pliegues de los labios mayores y menores, y alrededor del clítoris.

- Es importante que la ropa interior se cambie a diario y se lave con productos poco agresivos y se aclare correctamente. Emplear tejidos de algodón y evitar en lo posible los sintéticos, para facilitar la transpiración.

- Evitar pantalones y prendas íntimas excesivamente ajustadas, para que no se produzcan rozaduras ni se acumule la humedad.

- Durante la menstruación cambiar con frecuencia (no esperar más de 4–6 horas) las toallas higiénicas o tampones. Escoge los que no lleven desodorante.

- Lavar las manos y la zona genital antes y después de mantener relaciones sexuales.

- Limpiar siempre la zona perineal de adelante hacia atrás para no arrastrar gérmenes desde el ano hacia la vulva.

- Cuidado con los rasurados de pubis, ya que pueden producir pequeños cortes en labios y zonas cercanas.



Depilación púbica

“Desde la última moda de depilación púbica en ambos sexos, los dermatólogos asistimos impotentes a un aumento alarmante de las enfermedades de transmisión sexual entre los jóvenes”, ha manifestado el doctor Ramón Grimalt, de la AEDV.

La enfermedad que ha registrado un aumento más “espectacular” son los condilomas genitales causados por el virus del papiloma humano (HPV).

“Si se usa de forma adecuada el preservativo y se mantiene el pelo púbico sin rasurar, el riesgo de contagio es casi cero”, ha asegurado este dermatólogo, profesor de Dermatología de la Universitat Internacional de Barcelona.

El pelo púbico tiene una función protectora contra el roce inevitable durante las relaciones sexuales. Si los dos miembros de una pareja presentan un pubis sin pelo, cualquier infección que se encuentre encima de la piel de uno de ellos pasará indefectiblemente al compañero sexual.

El preservativo protege de una pequeña parte de las enfermedades de transmisión sexual, pero no protege la zona púbica, ha advertido.

Las pequeñas heridas que se producen encima de la piel púbica permiten a los microorganismos penetrar y crear una infección, condilomas (verrugas, papilomas), herpes (fiebres), emepeines (hongos, tiñas), impétigos (infecciones bacterianas estafilocócicas o estreptocócicas) e incluso la sífilis, “que vuelve a ser habitual en las consultas del dermatólogo”.

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