“El hecho de practicar una disciplina, que implica vencer el miedo, vencer tus inseguridades (no querer usar poca ropa o sentirse inútil), vencer la frustración, el cansancio y hasta el dolor, hace que al salir de la clase una se sienta mucho más fuerte para enfrentar las situaciones que fuera del tubo te producen miedo, dolor e inseguridad. Piensas: “si lo puedo hacer en el tubo, lo puedo hacer fuera de él”, asegura Paola Salinas, pionera del Pole Dance en Bolivia y creadora y propietaria de Espacio G.
Desde que el Pole Dance se ha popularizado como disciplina en todo el mundo, muchas mujeres la incluyen en su vida.
Es un entrenamiento que no sólo quema calorías y tonifica todo el cuerpo (especialmente el centro), pero también busca que las mujeres conozcan su lado más sexy. Los movimientos te ayudan a expresar tu sensualidad y confiar en tu cuerpo. Mujeres de todas las edades y tipos de cuerpo aprenden a derribar sus complejos y miedos y no temen expresarse, pues el Pole Dance es un arte, una forma de expresión.
Famosas del cine, la moda o la música, afirman que practican el Pole Dance –muchas tuvieron que aprenderlo para sus papeles– como disciplina para mantenerse en forma y para mejorar la autoestima. Entre ellas, se encuentran Jennifer Love Hewitt, Demi Moore, Teri Hatcher, Kate Hudson, Carmen Electra, Kate Moss, Britney Spears, Shakira, Lindsay Lohan o Cindy Crawford, que reconoce que le ayudó a retomar la sexualidad tras tener a sus hijos.
Espacio G, pionero de Pole Dance en Bolivia
“Dos cosas me llevaron a traer el Pole Dance a Bolivia: mi vocación, la psicología y mi pasión por la danza. Como psicóloga y danza terapeuta siempre encontré en este arte una forma maravillosa para que las personas lograran recuperarse, rehabilitarse, relajarse y disfrutar. Bailo desde mis cuatro años y bailé de todo; hice danza contemporánea, jazz, flamenco. ¡Me encanta bailar!”, cuenta Paola, creadora, propietaria e instructora de Espacio G, que se le ocurrió abrir este espacio único mientras navegaba en la Web y encontró el Pole Dance. “Me encantó”, afirma. “Sobre todo por su manera maravillosa de combinar la danza y la acrobacia. No sólo fortalece todo el cuerpo, sino la mente e incrementa tu autoestima, puesto que cada día es un reto, cada día eres más fuerte y llegas un poquito más lejos”, explica Paola Salinas.
Después de practicar de manera autodidacta, Paola decidió capacitarse como instructora de Pole Dance en Argentina para abrir su propia escuela: Espacio G, que hoy cumple cinco años.
“En un principio Espacio G era un estudio pequeño; sólo teníamos 3 poles y nuestro enfoque era la danza terapia, ya que te permite trabajar todo aquello que hace que cualquier persona se sienta mejor: el físico y la autoestima. Por otra parte, la adrenalina que se produce durante la clase ayuda a vencer ciertos miedos”, asegura Paola.
Poco a poco la cantidad de mujeres que caían rendidas a los encantos de esta disciplina aumentó y nació el objetivo de ser ese lugar donde el que quiera pueda practicar el Pole Dance como una actividad recreativa, pero también como un entrenamiento físico intenso. “Se capacitó a otras personas para que puedan enseñar esta disciplina y así expandir el Pole Dance por toda Bolivia”, dice Paola, que se capacita cada año en Buenos Aires donde sigue aprendiendo y creciendo.
“Para el 2011 teníamos un estudio muy grande con 10 poles, un stage pole, tuvimos más de 300 alumnas, dimos varios instructorados y se abrían nuevas escuelas, no sólo en Cochabamba sino en Santa Cruz y La Paz”, cuenta Paola, asegurando que hoy cumplió estos objetivos y cientos de mujeres se reúnen para compartir la pasión por este tendencia fitness que va más allá del plano físico.
Las maravillas del pole dance
A nivel físico. Fortalece los músculos de manera alargada, lo que permite desarrollarlos de manera óptima en función a potencia, agilidad, elasticidad y fuerza. El Pole Dance te permite desarrollar tu cuerpo de acuerdo a la contextura única e individual de cada mujer.
“Practicando Pole Dance trabajas todo el cuerpo: brazos, espalda, abdomen, fuerza y potencia en las piernas. Sin olvidar que se hace mucha gimnasia cerebral”, explica Paola.
“Lo más maravilloso que sucede es la aceptación y apreciación por el propio cuerpo, herramienta fundamental para lograr todo”, asegura Paola.
“Después, por supuesto que suceden los cambios físicos: se tonifica todo el cuerpo, de pies a cabeza. El cuerpo se vuelve más flexible, se trabaja la resistencia, se queman muchas calorías. El roce con el tubo además permite eliminar la celulitis. No hay que olvidar que algunos moretones y ampollas también son parte de la disciplina”, dice.
A nivel mental. Te obliga a trabajar los dos hemisferios, la lateralidad, la concentración y la coordinación. Es un ejercicio mental intenso porque tienes que tener plena conciencia de tu cuerpo, de la fuerza que estás ejerciendo, mantener el equilibrio y controlar la respiración, explica paola.
Por otro lado, el hecho de darte cuenta de la fortaleza de tu cuerpo físico repercute en la fuerza interior. Logras un nivel de concentración y relajación que te permite, en situaciones críticas (de la vida cotidiana), estar en paz. Estar todo el tiempo desarrollando y potenciando la creatividad te permite aplicar esa misma creatividad en momentos de conflicto, no olvidemos lo que Einstein decía: “La creatividad es la inteligencia divirtiéndose”.
Ayuda a manejar el estrés. “Es un momento que de verdad te permite desconectarte del mundo, puesto que tienes que concentrarte completamente para realizar las secuencias, los movimientos, encontrar otra forma de equilibrio. El factor más desestresante es que es una actividad muy divertida”, asegura.
A nivel espiritual. “Si queremos ir más lejos en cuanto a la parte espiritual, el tubo es un canal que te conecta tanto con el cielo como con la tierra. Girar y bailar purifica. Muchas culturas tienen ritos en los que entran en trance o se conectan con espíritus a través de danzas en las que giran. Todo en la naturaleza es circular, como una espiral. Con todo lo anterior son evidentes todos los beneficios que el Pole Dance brinda respecto a la salud y al bienestar. Además, es una disciplina totalmente versátil, se adapta y puede ser realizada por cualquier persona, salvo personas que tengan lesiones severas”, concluye Paola.
INVITACIÓN:OPEN FLOORS, COMPARTIENDO EL ARTE DEL POLE
“Los Open Floors son el nombre que nosotros pusimos a nuestras muestras abiertas, que se realizan desde el 2010 en Espacio G. Éstas permiten dar la oportunidad a alumnos y profesores de tener un espacio para expresar su lado artístico. Son muestras donde trabajamos diversas temáticas, por ejemplo, este mes el tema de nuestro Open es películas, entonces creamos coreografías con música y personajes sacados del cine, aspecto que incentiva el potencial creativo y nos da la oportunidad de encontrar un espacio para compartir nuestro arte acrobático”, expresa Paola Salinas, instructora de Pole Dance.
Los Open Floors también muestran y comparten lo que en verdad es esta disciplina, que nada tiene que ver con el Striptease o Table dance y así quitar tabúes.
El 9 y 10 de agosto, Espacio G abre sus puertas y nos invita a su Open Floor de “Peliculas”.
COSA DE CHICOS
“Ese año también decidimos que la disciplina pudiera ser practicada por hombres, puesto que en sus orígenes más remotos el Pole Dance surge del Mallakham, disciplina que es practicada en la India sólo por hombres, así que me parecía preciso y enriquecedor. En la actualidad muchos hombres practican Pole Dance y en Espacio G tenemos al primer instructor masculino certificado en Argentina, Ricardo Camargo Zenteno, con quien Paola también realiza el “dúo acrobático”, una rama del pole dance que se trabaja en pareja.
UNA CLASE
Una clase comienza con un entrenamiento sobre el mat con ejercicios (que incluyen planchitas y abdominales), movimientos de baile y estiramientos para calentar y preparar el cuerpo. Luego una aprende a dar giros, trepar el tubo e inversiones, fundamentales en esta disciplina. Al salir de la clase, la conexión interna que sentimos es lo que deja la impresión más fuerte.
UN ARTE
El 2012 fueron invitados por la Escuela Danzando de Henry Suarez a bailar en el Teatro Achá; fue la primera vez que en Bolivia se mostraba un espectáculo de Pole Dance en un teatro. “Con este acontecimiento cumplíamos otro de nuestros objetivos: mostrar el lado artístico del Pole” asegura. “Este año fuimos nuevamente invitados por la misma escuela, haciendo una danza con el tubo, pero también incorporamos el aro, otra acrobacia aérea. En este mismo periodo también inaugurábamos nuestra sucursal, Espacio G La Paz, dirigido por Cecilia Ardaya”.
El año pasado Paola fue parte, junto a una gran amiga y compañera de Pole, Bárbara Cortés, del “Show Vertical” en Buenos Aires, donde realizaron una coreografía con música de la película Chicago en la técnica del pole que se llama Pole to Pole.
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